Ir al contenido principal

Utopía

Ciudad oscura

Siglo CXX. El conflicto no tiene tregua. Cientos de personas decentes mueren diariamente víctimas de una guerra perversa. El ejército enemigo lo forman máquinas biológicas exteriormente iguales a los seres humanos con la diferencia de que no necesitan el corazón para seguir existiendo. Su estrategia de batalla es finalizar a sus víctimas arrancándoles el corazón del pecho para dárselo de comer a los miles de perros vagabundos que habitan en este apocalíptico mundo.

Perro zombie

El adversario de esta forma se asegura de que si un ser humano muerto se vuelve a alzar, lo haga convertido en uno de ellos. Por esta razón, en el mundo actual muchas personas al fracasar deciden quitarse la vida, sabedoras que prefieren no vivir a existir como una criatura sin sentimientos. Las huestes enemigas arrinconan a los supervivientes en “Utopía”, también apodada “Ciudad de Dios”, último bastión humano en pie.

La batalla sigue llevándose consigo almas que en otra situación contextual podrían haber vivido una vida plena. Con una familia y alguien a quien amar de por vida. Muchos de las supervivientes fallecen sin ni siquiera haberse dado cuenta de lo que les está sucediendo. En ocasiones, un golpe es tan rápido y mortal que no hay posibilidad alguna de recuperación. No hay alarido más escalofriante que aquel que resuena eternamente en la nada de uno mismo al ser herido de muerte.

Ataque ciudadLas máquinas, antiguamente también denominados zombies por la capacidad de renacer de sus fracasos a costa de su humanidad, masacran al bando humano en la gran mayoría de las batallas. Los seres humanos innatamente gozan del suficiente amor a la vida como para resistir un par de compactas embestidas sin fisuras, pero a medida que sus más allegados son reprogramados y convertidos en simples maquinas biológicas, la fuerza de sus almas se desvanece y acaban pereciendo en el fragor de la batalla.

A la inenarrable tragedia de la conversión de ciudadanos en autómatas, se le une el hecho de las continuas infiltraciones en la ciudad de “Utopía”. Ocurre a menudo que las máquinas vuelven fingiendo seguir sintiendo emociones. Haciendo gala de la doble moral (no)humana son capaces de entrar en el baluarte humano sin que los guardianes humanos se percaten de su poca integridad moral. Una vez dentro, se aprovechan de los honestos seres humanos para alimentar sus egos y posteriormente, echarlos sin vida a la basura.

Ser humano zombieEn ocasiones, como ya se ha descrito, los mismos zombies han sido transformados sin haberse dado cuenta y vuelven a casa sin deseo consciente de hacer mal a sus seres queridos. Y es solo cuando instintivamente asesinan con determinación a sus personas más queridas cuando se dan cuenta que se han transformado en monstruos. Dejaron de pertenecer al género humano intentando superar viejas heridas de guerra. Ahora no son más que seres cualesquiera en un mundo podrido que ellos mismos contribuirán a empeorar.

Una de las claves para la supervivencia de “Utopía” es relacionarse con las personas que todavía poseen alma humana. Para asegurarse de que no interaccionan con máquinas infiltradas, los seres humanos se juntan con personas que no solo dicen poseer valores, sino que lo demuestran con sus hechos diariamente. Tiene su gracia que las maquinas biológicas se refieran a los “Utopianos” como “el pueblo ingenuo” o “el pueblo inocente”. Sus corruptas personalidades les impiden entender que una persona finaliza su existencia plena el día que pierde su inocencia e ingenuidad.

Mujer bodaPor cada victoria humana, las maquinas vencen 69. Por esa razón, los humanos celebran cada combate ganado con una intensa ceremonia donde se invitan a amigos y familia de los vencedores a ser espectadores del lazo invisible que se ha creado entre ellos. El rito llega a su punto álgido cuando hacen sonar la Marcha Nupcial.


La situación es catastrófica. No se vislumbra el final de la guerra y la comida escasea desde hace décadas. El 95% de los alimentos están contaminados con la primera enfermedad conocida por la humanidad: el pecado. De esta sustancia se alimentan las máquinas biológicas para obtener energía. Hacen sentir al pecador un súper hombre al ver saciada su voluntad de poder.

Diablo haciendo el amor

La guerra no ha llegado a su fin. La guerra acaba de empezar. Cuando el fin de nuestro mundo llama a la puerta, solo nos mueve una sola necesidad. Sobrevivir.

Mi nombre es Alejo Vazquez, soy un orgulloso superviviente de “Utopía” y combato para erradicar la mediocridad de nuestras vidas.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Madurar o evolucionar

Alguien madura cuando la vida le da suficientes golpes como para aprender que haciendo determinada acción, obtienes mas resultados negativos que positivos. Es decir, se aprende de forma animal. Evoluciona quien conscientemente mira retrospectivamente al pasado y analiza cómo ha cambiado su vida y el por qué ha cambiado, y quien en un ejercicio de introspección, se ve a sí mismo desnudo, y se pregunta si debería cambiar y hacia qué tipo de pensamiento. - No has madurado. Sigues siendo tan cabezón como siempre, te harás daño si sigues intentando romper esa piedra-. - Es que es esa cabezonería en lograr romper esa piedra la que le permite a uno conocer más que nadie tanto de la piedra, como de su propia cabeza -. Le rebato yo. No es cuestión de elegir. El evolucionar transciende al madurar. Pero por eso mismo es importante donde fijar la meta, el madurar no implica necesariamente evolucionar pero el evolucionar si implica madurar. PD: Nótese que la piedra del dialogo

Simulación virtual: Parte I, Universo simulado

Hoy en día, son pocos los que jamás hayan escuchado la posibilidad de que estemos viviendo en una simulación virtual, al estilo Matrix. También son pocos los que nunca hayan meditado sobre la posibilidad de que estemos siendo los protagonistas de una película, siendo grabados por cámaras en todo momento, y seamos los únicos que no lo sepamos, al estilo el Show de Truman. No obstante, hoy me dispongo a ofreceros una visión distinta de la realidad, me dispongo a introducirme en lo más profundo de vuestra alma y a pellizcárosla . Os ofreceré pruebas, preguntas, hipótesis, teorías, con la intención de sumergiros en la más amenazante oscuridad de vuestro yo. Os aseguro cien por cien que nada de esto va en broma. Hay muchas posibilidades de que realmente todo esto sea artificial. ¿Cómo lo voy a hacer?. Pues esforzándome mucho en traducir todo lo que, a mi parecer sea de carácter excesivamente científico, a un lenguaje entendible. Aunque mínimamente sí hace falta algún conceptillo de físic

Ciencia

Durante los días 28 y 29 de septiembre, tuve la oportunidad de acudir y disfrutar de Amazings 2012 , dos días en Bilbao repletos de ponencias a mano de populares divulgadores en la red, estableciendo como base el rigor científico. Sin duda disfrute como un niño, aprendí sin esforzarme y me reí a carcajada limpia. Pero en medio de toda esta orgía de ciencia y divulgación, había instantes en los que mi corazón se sintió apenado, en la que un sentimiento de tristeza y confusión me abordó. La ciencia es verdad, conocimiento y sin duda progreso pero, ¿Es la ciencia portadora de realidad? Si y no. Al igual que el que posee conocimientos no se convierte en sabio, que un científico conozca el modelo estándar de física de las partículas, tampoco quiere decir que conozca la realidad, pues a nadie se nos escapa que la realidad humana está compuesta de múltiples realidades, tales como la biológica, cultural, sexual, espiritual, etc., etc. Duele oír a algunos científicos menospreciar o

El ser humano completo

El convertirse en un ser humano completo debería ser objetivo principal de todas las personas a lo largo de sus vidas. Nacemos animales, primarios, donde lo que nos rige es el cerebro reptiliano. Sin embargo, tenemos la increíble posibilidad de llegar a ser personas, y por tanto, a alcanzar una felicidad de nivel más elevado. Un hombre completo es todo lo contrario a aquella persona que trabajaba en las fábricas de la revolución industrial. Un hombre que durante meses y meses colocaba arandelas en tuercas sin descanso. Este hombre no era considerado un ser humano, sino un animal. Estaba totalmente alienado. En la actualidad, está de moda criticar al hombre occidental por perder mucho tiempo viendo “el sálvame y el fútbol”, pero al igual que sucede cuando se habla mucho y se hace poco, darse cuenta de un mal hábito no sirve de nada si no se investiga no solo porque lo hacemos, sino también que podemos hacer para esquivar este errático comportamiento en nuestras vidas y pod

Introspección fortuita

No puedo parar. No ha habido manera posible de escapar de ello durante toda la tarde, algo a lo que no puedo dar nombre. Es una sensación puñetera, pues no viene de algún hecho vivido recientemente, sino que me temo que se trata de algo mucho más complejo. Se trata de un sentimiento que trae consigo unas ganas terribles por vivir, aunque no de cualquier forma. Quiero vivir de forma que ayude a los demás a ser mejores. Quiero haber sido capaz de haber hecho a una persona feliz . Me siento casi obligado a hacer algo por el mundo, en respuesta a la posibilidad de vivir que se me ha proporcionado. Quiero hacer sentir orgulloso a esa misteriosa fuerza que a todos y a absolutamente todo lo mueve hacia adelante. Cuando me hundo en mí mismo en busca de tal sensación, ella huye. Me viene a la cabeza que quizás esa extraña sensación sea la respuesta a una eterna pregunta, una respuesta que nunca se dejara encontrar y que juega conmigo a sabiendas de que nunca lo haré. Mientras