La vida es como un campeonato de carreras. Quizás en algún circuito, pueda existir la posibilidad de que por sus características, permitan a un piloto mediante un atajo recortar tiempos de forma poco deportiva, dando paso así a que la avaricia y la ambición hagan presencia en su interior y logrando acabar en el primer puesto en la carrera. Falsamente creerá haber alcanzado la gloria, pero por el contrario, se estaría olvidando de las siguientes diecisiete carreras e inexorablemente le acabarían arrebatando la primera posición, tarde o temprano. Uno no debe alcanzar su meta a cualquier precio. Puesto que los atajos solo sirven al muy corto plazo . De nada sirve esperar con ansia a los jueves universitarios, con el objetivo de disfrutar de la vida y salir de lo monótono ingiriendo ingentes cantidades de alcohol. Puesto que al día siguiente seguirás siendo la misma mierda, siendo tan aburrido como siempre e igual de insocial, más vale en ese caso aprender a ser un poco mas persona y ...