El miedo siempre está ahí. Existen personas más y menos propensas a su veneno, pero siempre acaba apareciendo en alguna de sus formas: arma de disuasión, rasgo de la personalidad, inhibidor físico, etc. Se trata de una emoción que se sitúa piramidalmente en la cima, ya que si no existiese, tampoco lo harían muchas otras. Como por ejemplo la valentía, estrechamente ligada al actuar o no actuar. Si no existiera, nosotros lo haríamos también en menor medida, puesto que el miedo, te ayuda a ser consciente de donde estas, y de lo que uno está dispuesto a arriesgar para conseguir algo. Preocupación, incomodidad, inseguridad. El miedo tiene amigos en los que se apoya para vencer y acometer su falso cometido, el asegurar la estabilidad y seguridad del sujeto. Nos intenta engañar y llevar a su lado, hacernos sentir inseguros, pero paradójicamente es dicha seguridad la que nos acabara desgastando y llevando a la tumba poco a poco si no nos encaramos con él y lo vencemos. Y es entonces, al me...