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Mostrando las entradas etiquetadas como Fluir

Almas compañeras

Al igual que sucede con ciertas canciones, que cuantas más veces las escuchas con el pasar de los años, más eres capaz de dilucidar sus verdaderos significados, ocurre con la vida misma. Según vas creciendo eres capaz de comprender ciertos aspectos de ella, que antaño pasaste por alto y que tanto sufrimiento te ha costado. En un momento dado eliges y no hay elección buena o mala. Pues nadie elige una opción creyendo que es peor que la opción contraria. No tenemos la posibilidad de nacer sabiendo. Llevado hasta el extremo, se podría aceptar aquello de que finalmente es la propia vida la que te lleva por sus propios caudales. Tras dichas elecciones, hay personas que entran y personas que salen de tu vida, es inevitable. Y además, algunas de ellas, lo hacen de manera dolorosa, injusta o abrupta. Son esas personas a las que hemos amado tanto, con las que se nos detenía el mundo, y con él, nuestra respiración al mirarlas, las que hacen mella en nosotros de por vida. Son esos amigos que a...

La caverna es centenaria

Hoy quisiera pedir perdón a quienes he aburrido y hecho malgastar su tiempo a lo largo de las 100 entradas anteriores. Y lo hago porque sinceramente creo que en muchas de las etapas que ha atravesado el Blog, los temas no solo se han repetido, sino que se han calcado entrada tras entrada. Y no tengo excusa que me expiade de mi culpa. A modo de pataleta, decir que es más que posible que me encuentre fijado (al igual que lo estamos todos) a un marco social del que no solo no podamos salir, sino que ni siquiera podamos pensar de manera distinta a él y aunque lo sabéis; pienso que los seres humanos tenemos la posibilidad de descubrir verdades de la nada mediante introspección y reflexión, no es ejercicio fácil y sobretodo, lleva su tiempo el percatarse de dichas verdades. Y traigo buenas noticias, desde el 8 de enero hasta finales de julio me voy de Erasmus a Bangalore (India) a estudiar. Con esto no quiero decir que de un día a otro me vaya a convertir en Gandhi, el Dalai Lama o en...

Fluir

La sociedad nos enseña desde bien pequeños a temer el futuro. “Estudia o terminaras trabajando de barrendero” nos advierte la ama. “No te conviene enamorarte, los amores siempre acaban mal”, nos alerta nuestro aita. Y tras las primeras piedras con las que tropezamos, asimilamos que a nuestros padres no les faltaba razón. Sin embargo, erran en los valores y en los por qués de lo que nos inculcan, y en vez de animarnos a desarrollar todas las partes de nuestro ser, a conocernos a nosotros mismos, a vivir experiencias, a enfrentar con naturalidad el cambio y aprender de esta manera a desenvolvernos con soltura en la vida, nos incitan a llegar a un punto de seguridad y permanecer allí el resto de nuestra vida. De alguna manera ante la tempestad de la tormenta, debido tanto a lo que nos han enseñado, como al instinto de supervivencia, tendemos a forjarnos un escudo del mejor acero . Pretendemos llegar a una supuesta situación de tranquilidad donde la lluvia no arrecia; en forma de ...