Me encontré por primera vez con este concepto en una asignatura de diseño de videojuegos. ¿Cómo es posible dar a un videojuego un nivel de dificultad adecuado a los jugadores si nosotros ya somos expertos de nuestro propio juego? ¿Cómo es posible saber que dificultad experimentará el jugador si su nivel de conocimiento y destreza es en todos los casos muchísimo menor a la nuestra? Lo que nosotros consideramos que debería ser fácil para él, puede parecerle difícil y viceversa.
Instantáneamente mi mente conecto el concepto con otros ámbitos de la vida y enseguida supe que tenía que desarrollar este pensamiento en mi mente. Traduciendo directamente de la Wikipedia inglesa: la maldición del conocimiento es un sesgo cognitivo que lleva a las partes mejor informadas a encontrar extremadamente difícil pensar sobre problemas desde la perspectiva de partes menos informadas.
Leído así no parece una afirmación compleja pero vayamos más allá de lo inmediato e aparente. Esta entrada pretende dar un marco a la humanidad para la compresión y el respeto, la amistad y la felicidad en nuestra sociedad. Debemos dejar de actuar con soberbia y de ansiar las sensaciones que nos provee creernos mejores que los demás. Más inteligentes, más simpáticos, más guapos, más altos. Nuestras vidas son el resultado de millones y millones de circunstancias que se han ido sucediendo desde antes de nacer y ser fecundados, hasta morir y desaparecer de este planeta.
No todo el mundo ha tenido la suerte de nacer con cualidades innatas como tú para realizar una serie de tareas excelentemente de forma natural. No todo el mundo tiene el don de la sociabilidad como tú y eso no quiere decir que la otra persona no se trate de una persona que valga la pena conocer. No todo el mundo ha nacido con un bonito rostro como tú y tiene el dinero suficiente como para cuidárselo según pasan los años.
No puedes menospreciar a una persona porque sus opiniones objetivamente sean menos inteligentes o sus acciones más absurdas. Debéis entender que se trata de un acto sin ningún tipo de sentido y recompensa duradera y que en su lugar, se debe tratar de entender su punto de vista, su personalidad y su historia de vida. Es natural y lógico que haya personas más capacitadas que otras en cada una de las áreas de la vida pero no debemos desear que esta jungla en la que vivimos, nos convierta en animales. Debemos de estar por encima de esta patética necesidad de juzgarnos mejores para sentirnos mejor. De tener siempre razón y enfadarte si la otra persona no te la da. Aunque sepas al 110% que la tienes.
No puedes despreciar a una persona porque tenga menos cultura que tú. Seguramente no ha podido viajar y tenido la oportunidad de vivir las mismas experiencias que tú. La total absurdez de esta acción solo refleja tu total postureo a la hora de viajar e asistir a actos culturales. Muestras a los demás que no asimilas absolutamente nada de dichos actos. Que a pesar de tu “cultura” no entiendes que el mundo es plural y complejo. Que no todo el mundo debe pensar como tú y que esto es precisamente lo que hace de la sociedad algo maravilloso. No hay pensamiento más sabio que querer escuchar y aprender de cada persona de cada ciudad o continente, aun sabiendo que esa persona puede tener una personalidad menos desarrollada de ti.
Amiga o amigo mío, siempre hay que querer saber más, ser más guapos, sociales y todo lo que te venga en gana, pero jamás con la pretensión de ser mejor que el de al lado, sino precisamente para poder desarrollarte como persona y poder entender mejor a las demás personas del mundo. La amistad, el respeto al otro, el amar a otra persona; no deben depender de si es más listo o más tonto, alto o bajo, guapo o feo. Sino de una necesidad de convertirte en mejor persona y poder actuar de mejor forma en la vida. De querer siempre unir lazos y no romperlos o evitarlos por no ser como tú de guay.
Si tu objetivo de evolucionar en la vida es querer ganar más dinero, tener más amigos, más novias o novios, más poder y en general, simple reconocimiento a todo lo que has conseguido en tu vida; te estás comportando como el animal de jungla perfecto. Ese animal que innatamente ansia convertirse en líder de la manada para regir sobre los demás y procrear con todas las hembras.
Darnos cuenta que tenemos más conocimiento y que hemos conseguido alcanzar más hitos en la vida tiene un gran potencial corruptor en nuestra alma y hemos de detenerlo mediante una desarrollada personalidad. Sé que aunque vosotros no lo pensáis diariamente, tampoco queréis vivir en una jungla especialmente diseñada para fomentar este tipo de sentimientos denigrantes y que deseáis un mejor mundo en el que vivir y que vivan vuestros hijos.
Es tarea de todos luchar por hacer ver a los que nos rodean que vale la pena vivir de manera abierta, despreocupada, agradable y con amor a amigos, novios y familia. Se requiere dejar atrás nuestro ser más primitivo y literalmente evolucionar hacia un ser interior superior. No caigamos en la maldición del conocimiento.
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