Ir al contenido principal

Ética. Parte 1: Introducción

Diccionario palabra etica

Con esta entrega doy fin a un ciclo de entradas de carácter personal y subjetivo. Quiero dar por terminado dicho capitulo y enfocarme nuevamente en textos que nos puedan enseñar conocimientos que se puedan aplicar en nuestras vidas diarias. Este primer post servirá como introducción a la temática elegida para las próximas entregas.

Las personas son diferentes entre ellas pero no por ello dejan de ser personas. En mi afán de intentar conocerlas me presento, quedo con ellas para hablar, me hago sentir cercano, les formulo mil preguntas discretas e indiscretas, me intereso por su trabajo o estudios, las miro fijamente a los ojos y al poco tiempo, pruebo a intuir como verdaderamente son y como han sido sus vidas para poder profundizar nuestra relación y crear un agradable sentimiento bilateral de química entre nosotros.

Conocer a una persona es alcanzable si durante tu vida te has interesado por el mundo que te rodea y por quienes lo habitan. Su personalidad, manera de pensar, modo cotidiano de actuar, motivaciones, miedos, ideales, código moral, etc. Con frecuencia, con pocos datos que alguien me cuente sobre una persona ajena, soy capaz de construir en mi cabeza una excelente representación de esa persona.

Sin embargo, es tarea mucho más complicada entender porque los seres humanos hacen determinadas acciones puntuales que en un momento determinado te sorprenden positivamente o decepcionan. ¿Acaso te sorprenden porque no las conocías tan bien como pensabas? Posiblemente sea cierto pero indudablemente, sé que la respuesta es mucho más intrincada. Te sorprenden y decepcionan porque todos funcionamos con una determinada concepción moral. Con ella juzgamos lo que hacen los demás y lo que hacemos nosotros mismos, por ella nos sentimos a veces orgullosos de nuestro comportamiento y otras veces pesarosos y culpables.

Como si de una revelación mística se tratase, nada más finiquitar mi última entrada la siguiente palabra resonó en mi mente con contundencia. Ética. ¿Podría una disciplina como la ética ayudarme a entender mejor al ser humano? ¿Podría la ética limar heridas que yo a mí mismo y otros me han causado? No resultará tarea fácil porque sabemos que en filosofía con frecuencia hay más preguntas que respuestas pero creo que merece la pena darle una oportunidad. Al fin y al cabo dicen que la ética es el arte de vivir, de saber vivir bien. Por tanto, si las personas se mueven por felicidad, y la felicidad te la da vivir bien, la ética nos debería ayudar a comprender mejor porque se mueven las personas. ¿No? Las siguientes entradas tratarán de dilucidar qué hay de cierto en la anterior afirmación.

La gente ansia la felicidad pero fracasan en su busca y sufren. Y lo hacen mayoritariamente por decisiones que han podido tomar en su vida. Indudablemente este tipo de decisiones erróneas si son causa de sufrimiento interno tienen que estar ligadas de una u otra manera a la ética y a las consecuencias que tienen sobre sus consciencias dichas decisiones. Necesito comprender un poco mejor porque las personas toman decisiones que las hacen infelices. Solamente escribirlo suena absurdo.

Con esta serie de entregas procuro aprender una infinitud de puntos de vista y pensamientos diferentes. No obstante, mentiría si no dijese que sí tengo dos cuestiones en la cabeza sobre las que deseo reflexionar con más detenimiento. Por una parte, examino consejos o pistas que personalmente me puedan ayudar para obtener una vida buena. Por otra, busco comprender en que se basan las demás personas para tomar decisiones.

Responder a la primera cuestión es simplemente un deseo personal con la básica intención de evolucionar. Responder a la segunda es una obligada necesidad para tranquilizar mi atormentada mente. Necesito comprender porque las personas toman decisiones que las hacen sufrir, y sobre todo, porque toman conscientemente decisiones que a priori saben que harán sufrir a un segundo o tercero. Y nótese que me estoy refiriendo también de hacer sufrir a personas a las que no se conoce personalmente. Mi cabeza enloquece cuando las personas sabiendo perfectamente del daño que van a causar a otras personas por una inmoral acción suya, no solo no se echan atrás, sino que la realizan con total determinación.

Entre los sentimientos negativos que nos causan las decisiones inmorales de los demás, los peores no son la tristeza, odio, enojo, rabia, etc. El peor sentimiento es la decepción de quien quiere tener fe en la humanidad y en unos meditados ideales y ve como un conocido o desconocido obra conscientemente a sabiendas del mal que está haciendo a cualquier otra persona. La tristeza se puede combatir con felicidad. El enfado con alegría. El odio con amor. ¿Y la decepción? ¿Cómo se combate la decepción? ¿Con ilusión? Nah, la desilusión y la decepción no son lo mismo. Mi ilusión en la vida sigue intacta. Mi decepción tiene difícil cura o remedio.

Por tanto, la elección de este temática no es casual. Tiene el mismo sentido que todas las demás entradas de tipo filosófico que he realizado. No se leen o estudian filósofos para ser más culto o guay entre tus amigos, sino para expandir las ideas y pensamientos más allá de la irremediable cárcel del cuerpo, que te limita solamente a estar en un lugar físico y en un solo momento a la vez, y así no hay persona que disponga de tiempo y tranquilidad suficiente como para alcanzar un mínimo de sabiduría en esta vida.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Madurar o evolucionar

Alguien madura cuando la vida le da suficientes golpes como para aprender que haciendo determinada acción, obtienes mas resultados negativos que positivos. Es decir, se aprende de forma animal. Evoluciona quien conscientemente mira retrospectivamente al pasado y analiza cómo ha cambiado su vida y el por qué ha cambiado, y quien en un ejercicio de introspección, se ve a sí mismo desnudo, y se pregunta si debería cambiar y hacia qué tipo de pensamiento. - No has madurado. Sigues siendo tan cabezón como siempre, te harás daño si sigues intentando romper esa piedra-. - Es que es esa cabezonería en lograr romper esa piedra la que le permite a uno conocer más que nadie tanto de la piedra, como de su propia cabeza -. Le rebato yo. No es cuestión de elegir. El evolucionar transciende al madurar. Pero por eso mismo es importante donde fijar la meta, el madurar no implica necesariamente evolucionar pero el evolucionar si implica madurar. PD: Nótese que la piedra del dialogo...

La mentira de viajar

Los avances tecnológicos, sociales y económicos de los últimos 80 años nos han dado la posibilidad de conocer mundo. Ahora somos capaces de ahorrar un poquillo de nuestro salario mensual para poder emplearlo en nuestros días de vacaciones, derecho logrado y regulado por el artículo 38 del Estatuto de los Trabajadores publicado en 1980; utilizando como medio, aviones comerciales que se llevan perfeccionando desde el 7 de diciembre de 1944, con la formación de la Organización de Aviación Civil Internacional . A pesar de la reciente popularidad ganada en occidente por viajar y de la necesidad creciente de huir de nuestra realidad de forma periódica; al igual que viajar es una autentica necesidad para que las mentes de los jóvenes se amplíen y se encuentren mentalmente cómodos en la realidad globalizada en la que vivimos; viajar es solamente un capricho capitalista más para aquellos que superamos la treintena y que hemos tenido la posibilidad de hacerlo durante nuestra juventud. ...

El guerrero espiritual

Hoy cambiamos de discurso filosófico. Nos movemos a Oriente de la mano de Ramiro A. Calle, aunque realmente gran parte de mi pensar, escrito y descrito en este blog, siempre ha estado más cercano a aquello que al pensar occidental. Se trata de texto perteneciente al tema 1.8 de su libro “El guerrero espiritual”: La senda sin senda. El guerrero es su propia senda. La suya no es la senda prefijada, rigurosamente marcada por otros. Va forjando su propia vía y su propia ley. Se convierte en su guía, su mentor . Porque confía en su propia naturaleza real, no se enreda en creencias y opiniones de otros ni por otros se deja sugestionar; porque depende de sí mismo y a sí mismo se hace, no necesita alimentar dependencias mórbidas ni acogerse a sistemas u organizaciones; porque nació libre, no quiere convertirse en un esclavo de dogmas o instituciones. La muerte está presente en el ánimo del guerrero pero no le abate. En cualquier inesperado instante la enfermedad se manifiesta en ...

FILOSOFÍA con mayúsculas

Tengo entendido que anoche te quedaste hasta altas horas de la madrugada pensando en tu futuro, en lo que te conviene y en lo que crees que te hará feliz a posteriori. Y bueno, yo solo quería decirte que la bombilla se inventó hace ya unos años y no hay necesidad de reinventarla. Quizás sea porque pienso como informático y me estoy mal acostumbrando a coger código de todos lados para luego mezclarlo y construir el algoritmo o programa que deseo, que creo que la opción más útil a día de hoy para alumbrar una habitación es reusar al menos en parte, esa bombillita que ya existe. Es difícil de entender por qué no sucede igual, o al menos parecido, con los avances técnicos que con los avances filosóficos. No puede ser que conocimientos que nos dejaron personas realmente sublimes hace 2000 años no solo no sean aprendidos desde pequeños, si no que sean ninguneados por los “grandes sabios” contemporáneos. ¡Eh! ¡Qué vais 2000 años atrasados! ¡Que hay que ponerse al día! Es cierto que la filos...

El ser humano completo

El convertirse en un ser humano completo debería ser objetivo principal de todas las personas a lo largo de sus vidas. Nacemos animales, primarios, donde lo que nos rige es el cerebro reptiliano. Sin embargo, tenemos la increíble posibilidad de llegar a ser personas, y por tanto, a alcanzar una felicidad de nivel más elevado. Un hombre completo es todo lo contrario a aquella persona que trabajaba en las fábricas de la revolución industrial. Un hombre que durante meses y meses colocaba arandelas en tuercas sin descanso. Este hombre no era considerado un ser humano, sino un animal. Estaba totalmente alienado. En la actualidad, está de moda criticar al hombre occidental por perder mucho tiempo viendo “el sálvame y el fútbol”, pero al igual que sucede cuando se habla mucho y se hace poco, darse cuenta de un mal hábito no sirve de nada si no se investiga no solo porque lo hacemos, sino también que podemos hacer para esquivar este errático comportamiento en nuestras vidas y pod...