Ir al contenido principal

Tocando los huevos

No sé si porque el ser humano nunca ha tenido la oportunidad de pensar y de expresar sus opiniones sin miedos o porque nos la suda, todavía hoy en día, no somos capaces de pensar libremente. No somos capaces de expandir nuestra mente más allá de lo imaginable, más allá de donde nos encontramos en este momento. No tenemos una opinión propia sobre muchas cosas. No ejercemos nuestro derecho y poder de pensar. Tenemos la oportunidad de crear un mundo a nuestra medida, donde nuestros deseos y necesidades nunca más se vean reprimidos y sin embargo, ni siquiera hemos dado un paso aun.

Encima, no solo no pensamos por nosotros mismos, sino que somos de mente cerrada, y si alguien dice algo que nos saca de nuestros dogmas de existencia, nos enrabietamos y luchamos contra esa idea. Bajo el lema ¡A mí nadie me dice lo que tengo que hacer! Cuando en realidad eso es precisamente lo que haces, hacer lo que te dicen que hagas.

Nuestro ego también nos juega malas pasadas. Chicos y chicas a los 20 años ya se creen los reyes del mundo y se creen tan conocedores de la verdad que ya no aceptan otras verdades que las suyas (yo mismo he sido así). No se molestan en buscar más verdades más allá de lo obvio, puesto que ya no las necesitan. Se “desenvuelven bien” en esta vida y son perfectamente independientes… seguro que si…

Del ego pasamos al respeto. ¿Qué pasa con las demás religiones? ¿Qué pasa con la gente que tiene una manera de vivir propia, como por ejemplo el vegetarismo o veganismo? ¿Qué ocurre con la gente que no respeta? ¿Se creen superior porque él es como la mayoría, se creen en posesión de la verdad? En caso de haber una verdad única todavía nadie la ha descubierto, por lo tanto, ¿porque la gente no deja vivir a los demás con sus verdades? Y respetar no trata de “no criticar”, trata de ENTENDER, ¡de EMPATIZAR! Por mucho que alguien racista no exprese sus opiniones con voz, lo hace con miradas, lo hace con sentimientos que salen al exterior como balas de plata, lo hace con gestos que incluso duelen más que las palabras. ¡Debemos abrir nuestra dichosa mente y expandirla más allá de lo que actualmente somos!

¿Y que pasa con la industria de la moda? Mirar, mi intención nunca es meterme con nadie en concreto, pues soy consciente de que la vida es tan compleja que en la mayoría de los casos, ni siquiera los individuos tienen la culpa de lo que hacen. Pero pasando por alto a los que “mandan” en la industria, es decir, a los que realmente se hacen multimillonarios a costa de todos los demás que la sigan ciegamente, simplemente pido a los grandes adictos y adictas a las compras que comprendan que quienes no estamos una hora delante del espejo, no es porque seamos unos dejados, simplemente nos gusta emplear el tiempo en otras cosas, ¡porque ojo! No es cuestión de mentirnos a nosotros mismos, a todos nos gusta estar guapos, si, a nuestro estilo, pero guapos. Por otro lado, a mi me parece cojonudo la gente que tarda tiempo en prepararse y siempre quieren estar guapos o guapas. Me parece que la búsqueda de la belleza y de la perfección es algo que todos tenemos innato pero por favor, siempre sin obsesionarse. No hay absolutamente ninguna obsesión que sea buena para el ser humano. ¡Y siempre desde el respeto!

Antes de ayer estuve en Madrid de comunión y no participe en la ceremonia. No rece, no me puse en pie cuando los demás lo hicieron, etc. Aunque siempre con intención de “respetar” a los demás, por ello me puse muy atrás, no soy de los que me gusta llamar la atención con estos temas. ¿Sabéis porque pongo respetar entre comillas? Porque de los presentes en realidad a casi nadie le importaba una mierda el cristianismo y a muchos, hasta el mismo rito que estábamos celebrando. ¿Y me pregunto yo, porque los padres no practicantes hacen que sus hijos hagan la comunión? ¿Acaso es por razones sociales? Ni yo, ni mi hermano pequeño hemos hecho la comunión y os aseguro que tenemos vida social. No es un ataque al cristianismo, yo me considero espiritual (y de hecho, dentro de poco escribiré sobre el tema) pero no puedo con la gente que piensa o dice unas cosas y va haciendo otras. No entiendo la gente que se levantaba para rezar o hacer lo que la ceremonia dictaba, como si fueran practicantes, cuando en realidad una millonésima parte de ahí lo eran de verdad. Me fastidia y lo siento de veras si lo que he escrito os ha molestado.

Cuando nos estábamos preparando para la comunión (¡¡fijaros, a mí también me gusta ponerme guapo!!), no sé qué comentario dije y un familiar cercano persona me llamo antisocial. Y aunque le contesté rápidamente diciéndole que no era así, me dejo dubitativo y medité sobre el tema de camino a la comunión. ¿Acaso soy yo antisocial? No lo soy, no solo tengo vida social, sino que me encanta pasear con amigos, discutir con ellos, estar con ellos, disfrutando de su compañía… así que llegue a la conclusión de que no soy un antisocial. Y pensé, entonces, ¿que soy? Llegue a la conclusión de que soy anticultural pero… ¿Acaso soy yo anticultural? No. Para empezar, me encanta viajar y conocer todo lo posible sobre todos los sitios, con solo decir que a falta de dos años, ¡no puedo esperar más para irme de Erasmus a India!. Además, me gusta saber de todo, no es raro verme leyendo cosas de cualquier tipo por casa, y claro, me gusta mucho coger libros de la biblioteca, normalmente ensayos que hablen sobre temas en los cuales estoy interesado.

¿Y entonces, qué coño soy? Ni siquiera me puedo considerar un toca huevos, porque realmente intento ser tolerante y respetar todas las ideas. En casa me gusta tocárselos un poco a mi hermano pequeño, a ver si empieza a ser un poco normal, pero poco más.

No seré yo el que me describa pero bueno, me quedo con la idea de que tengo mucho que leer y aprender para poder aclarar más mis ideas para que cuando cualquier persona me tache de antisocial, poder responderle al segundo sin tener que comerme la cabeza antes.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Madurar o evolucionar

Alguien madura cuando la vida le da suficientes golpes como para aprender que haciendo determinada acción, obtienes mas resultados negativos que positivos. Es decir, se aprende de forma animal. Evoluciona quien conscientemente mira retrospectivamente al pasado y analiza cómo ha cambiado su vida y el por qué ha cambiado, y quien en un ejercicio de introspección, se ve a sí mismo desnudo, y se pregunta si debería cambiar y hacia qué tipo de pensamiento. - No has madurado. Sigues siendo tan cabezón como siempre, te harás daño si sigues intentando romper esa piedra-. - Es que es esa cabezonería en lograr romper esa piedra la que le permite a uno conocer más que nadie tanto de la piedra, como de su propia cabeza -. Le rebato yo. No es cuestión de elegir. El evolucionar transciende al madurar. Pero por eso mismo es importante donde fijar la meta, el madurar no implica necesariamente evolucionar pero el evolucionar si implica madurar. PD: Nótese que la piedra del dialogo

Simulación virtual: Parte I, Universo simulado

Hoy en día, son pocos los que jamás hayan escuchado la posibilidad de que estemos viviendo en una simulación virtual, al estilo Matrix. También son pocos los que nunca hayan meditado sobre la posibilidad de que estemos siendo los protagonistas de una película, siendo grabados por cámaras en todo momento, y seamos los únicos que no lo sepamos, al estilo el Show de Truman. No obstante, hoy me dispongo a ofreceros una visión distinta de la realidad, me dispongo a introducirme en lo más profundo de vuestra alma y a pellizcárosla . Os ofreceré pruebas, preguntas, hipótesis, teorías, con la intención de sumergiros en la más amenazante oscuridad de vuestro yo. Os aseguro cien por cien que nada de esto va en broma. Hay muchas posibilidades de que realmente todo esto sea artificial. ¿Cómo lo voy a hacer?. Pues esforzándome mucho en traducir todo lo que, a mi parecer sea de carácter excesivamente científico, a un lenguaje entendible. Aunque mínimamente sí hace falta algún conceptillo de físic

Ciencia

Durante los días 28 y 29 de septiembre, tuve la oportunidad de acudir y disfrutar de Amazings 2012 , dos días en Bilbao repletos de ponencias a mano de populares divulgadores en la red, estableciendo como base el rigor científico. Sin duda disfrute como un niño, aprendí sin esforzarme y me reí a carcajada limpia. Pero en medio de toda esta orgía de ciencia y divulgación, había instantes en los que mi corazón se sintió apenado, en la que un sentimiento de tristeza y confusión me abordó. La ciencia es verdad, conocimiento y sin duda progreso pero, ¿Es la ciencia portadora de realidad? Si y no. Al igual que el que posee conocimientos no se convierte en sabio, que un científico conozca el modelo estándar de física de las partículas, tampoco quiere decir que conozca la realidad, pues a nadie se nos escapa que la realidad humana está compuesta de múltiples realidades, tales como la biológica, cultural, sexual, espiritual, etc., etc. Duele oír a algunos científicos menospreciar o

El ser humano completo

El convertirse en un ser humano completo debería ser objetivo principal de todas las personas a lo largo de sus vidas. Nacemos animales, primarios, donde lo que nos rige es el cerebro reptiliano. Sin embargo, tenemos la increíble posibilidad de llegar a ser personas, y por tanto, a alcanzar una felicidad de nivel más elevado. Un hombre completo es todo lo contrario a aquella persona que trabajaba en las fábricas de la revolución industrial. Un hombre que durante meses y meses colocaba arandelas en tuercas sin descanso. Este hombre no era considerado un ser humano, sino un animal. Estaba totalmente alienado. En la actualidad, está de moda criticar al hombre occidental por perder mucho tiempo viendo “el sálvame y el fútbol”, pero al igual que sucede cuando se habla mucho y se hace poco, darse cuenta de un mal hábito no sirve de nada si no se investiga no solo porque lo hacemos, sino también que podemos hacer para esquivar este errático comportamiento en nuestras vidas y pod

Introspección fortuita

No puedo parar. No ha habido manera posible de escapar de ello durante toda la tarde, algo a lo que no puedo dar nombre. Es una sensación puñetera, pues no viene de algún hecho vivido recientemente, sino que me temo que se trata de algo mucho más complejo. Se trata de un sentimiento que trae consigo unas ganas terribles por vivir, aunque no de cualquier forma. Quiero vivir de forma que ayude a los demás a ser mejores. Quiero haber sido capaz de haber hecho a una persona feliz . Me siento casi obligado a hacer algo por el mundo, en respuesta a la posibilidad de vivir que se me ha proporcionado. Quiero hacer sentir orgulloso a esa misteriosa fuerza que a todos y a absolutamente todo lo mueve hacia adelante. Cuando me hundo en mí mismo en busca de tal sensación, ella huye. Me viene a la cabeza que quizás esa extraña sensación sea la respuesta a una eterna pregunta, una respuesta que nunca se dejara encontrar y que juega conmigo a sabiendas de que nunca lo haré. Mientras