Comenzar diciendo que esta, sola y únicamente es mi opinión y que por tanto, debe ser juzgada como tal y no dársele más importancia de la que se debiera.
Todo ser que se sienta más identificado con una región que hermanado con su especie demuestran ser humanos, ya que el sentirse ligado a un grupo o nación debido a la compartición de valores, cultura e historia proviene del tribalismo, que antiguamente fuera una ventaja evolutiva.
Sin embargo, mis creencias y experiencias me fuerzan a querer desprenderme de antiguos instintos, ya no solo inadecuados para el presente, sino peligrosos para la consecución de vidas plenas y felices. Que somos sentimiento y actuamos para conseguir sentimientos positivos y desprendernos de los negativos no es nada nuevo, pero la anterior afirmación no lleva implícita el aceptar cualquier sentimiento que nos aborde como adecuado.
¿Por qué no lo considero un sentimiento adecuado? Por tres razones: porque normalmente contamina el pensamiento lógico-racional-empático que nos hace humanos, porque lo considero un sentimiento totalmente arbitrario y porque nos aleja a unos de otros sin un fin o beneficio concreto. Vayamos por partes.
En primer lugar, uno se siente vasco o no. Si te sientes vasco el corazón te llevará a pensar que los españoles son gente de cultura salvaje y alocada y de educación inferior. Pero sin duda, no te habrá interesado gastar ni un poquito de tu tiempo en razonar y meditar sobre el vergonzoso apoyo que históricamente los vascos han dado a ETA y que posiblemente en algún momento de tu vida, hasta tú mismo hayas podido sentir alguna vez, influido por supuesto, por tus amigos, familiares y cultura de entonces. Y si no te sientes vasco, ocurrirá exactamente lo contrario, criticarás la cultura vasca y no te pararás a pensar en las vergüenzas de España. Por lo tanto, me veo capaz de afirmar nuevamente que se trata de un sentimiento contaminante, tanto si uno se siente vasco como español, puesto que aun teniendo una opinión formada y razonada sobre el tema, estará inspirada en el sentimiento y no al revés.
Y no es mas “humano” e interiormente más profundo el español que deniega la independencia de un territorio con argumentos absurdos e interesados. Llegados a este punto, todo pueblo tiene derecho a independizarse si así lo quiere, tal y como está recogido en los derechos humanos. Si de verdad Euskal Herria y Catalunya desean independizarse, que a día de hoy no está del todo claro, tienen su total derecho.
En segundo lugar, lo considero arbitrario porque tú tendrás ese sentimiento, si históricamente ha habido ese sentimiento en tu región o conviene económicamente hablando. En ninguno de los dos casos, tu opinión se origina en tu persona, mediante una meditación únicamente personal y por tanto, auténtica. Habrás estado condicionado por tu entorno y como repito constantemente en el blog, refiriéndome a variados temas, mientras se actúe condicionadamente o por instinto, no existirá un verdadero libre albedrío para el ser humano. E insisto, esto vale para las dos partes del conflicto.
Por último y por encima de todo, soy incapaz de ver un futuro de la humanidad no integrado y lo más importante, sin interiorizar dicha integridad. Porque, que hoy en día se esté dando pequeños pasos con dicho fin, fomentando entidades como la Unión Europea y la Liga Árabe, no sirve de nada si no se interioriza un sentimiento de unión con el prójimo, sea quien sea, sea como sea y viva donde viva el prójimo. Y lo más vergonzoso como especie, es que todavía hoy, se opta por educar desde pequeños a los chicos y chicas de manera patriótica, alejando de esta manera toda posibilidad de acercarnos a esta utopía que tiene como meta, un mundo unido, cooperante y en paz.
En mi opinión solo hay una patria, la humana. Y si hubiera vida extraterrestre inteligente, ampliaría esta última afirmación aun más allá.
Para mi es tan simple como el azar. Uno nace en un sitio como podría haber nacido en la otra punta del mundo, y un trozo de tierra nunca te va a deber nada a ti como persona.
ResponderEliminarLa cultura, las gentes, las relaciones... convienen mantenerlas, son cuestiones que enriquecen y aportan a la persona. Y por ello mismo, es bonito y aconsejable el estar abierto a cuantas más mejor y estar dispuesto a beber de las influencias de cualquier otro lugar y sus costumbres.
No se si soy un poco utópica, pero yo creo que (por suerte) la sociedad se dirige hacia eso, UNA sociedad, no un conglomerado de pueblos que se limitan a interrelacionar entre ellos por interés.
No podría estar mas de acuerdo Irene :)
ResponderEliminarCiertamente Alejo, estoy de acuerdo totalmente con tu entrada y con Irene.
ResponderEliminarUn abrazo
Creo entonces que es legítimo desprenderse de según que bagajes y poder afirmar que no te sientes español ni vasco (en mi caso catalana)Esto no se porqué no se entiende, se cuestiona, se te mira raro e incluso se duda de la afirmación.
ResponderEliminarEstoy contigo, me siento perteneciente a la raza humana, y bastante es, que en ocasiones me dan ganas de desligarme hasta de ella.
Saludos, entro desde el artículo de Unai
Hola!
ResponderEliminarEstoy de acuerdo. Sin embargo, creo que el sentimiento humano es un sentimiento que debe transcender a los demás y no eliminarlos, es decir, que cada uno de ellos recoja cosas de la anterior, que realmente es como creo que debe funcionar esto del "sentimiento humano". Me explico.
La cultura humana, debe ser algo que incluya todas las culturas del planeta y debido precisamente a eso, el dejar de sentirse completamente catalana, vasca, o español puede que no sea la mejor opción, si bien lo importante es sentirse humano, pero a mi parecer, transcendiendo a los otros sentimientos.
¡Muchas gracias por comentar! Se agradece :).