El ser humano está perdiendo facultades mentales básicas inherentes a él y el culpable es él mismo. El individuo de hoy no piensa, solo hace. El individuo de hoy no habla, solo dice cosas. Hoy en día no se quiere a un país, ni se tiene un ideal, muchas veces ni siquiera un objetivo personal, simplemente se ama a la empresa Apple y sus homólogas.
Estamos ya tan habituados al marketing y a los slogans publicitarios que creemos omitir dicha parte de información cuando vemos la televisión o estamos en internet, pero lo cierto es que estamos mamando para nuestros adentros cada cachito de propaganda. Después de venir de currar a un ritmo aterrador y una cantidad de horas ingente nos vamos directamente a la tele y ahí nos quedamos horas y horas. Chupando información vacía de contenido.
Los jóvenes y no tan jóvenes no se pueden separar de las redes sociales y móviles de última generación. Son palabra, gente y antisociales en vez de significado, personas y sociales. En su afán de no sentirse solos, necesitar cerciorarse de que existen mediante el recibo de estúpidos mensajes por Blackberry o Whatsapp, han marginado su propio yo.
Y lo peor de todo es que todo esto nos afecta a todos en la cabeza (nuestra forma cerebral ya es distinta a los que vivieron antes de nosotros) y a gran parte de las personas en la felicidad. Se sabe que estamos perdiendo funciones cerebrales tales como la introspección, concentración, contemplación, reflexión y algunas mas relacionadas y… ¿esto que significa? Esto es la nada. Lo superficial. El no sentir. El andar por andar. El vacio. La no existencia.
Para los que ya lo empezaban a intuir, decir que yo no estoy en contra de la tecnología. Ella nos ha dado mucho y ahora todo es mucho más fácil, sin ella mi vida no sería sencilla y no habría podido estar escribiendo desde hace un año Sin Caverna no hay Mito. Yo propongo desconectar de vez en cuando de toda esta salvajada. Pequeñas retiradas que nos permitan tomar aire para volver a este ruidoso mundo y comérnoslo con patatas a la vuelta.
Irse a correr solo o con un amigo te hace desconectar a niveles grandiosos. Al llegar a casa, en lugar de encenderte la tele, déjala apagada, ponte música que te guste y disfruta de ella mientras acometes tareas domesticas. De vez en cuando, vete a pasear, seguro que hay algún sitio en tu ciudad que te trasmita tranquilidad. Date una vuelta con los amigos o incluso puedes llamar a alguna vieja amistad a quien añores y retomarla. Reconciliate contigo mismo.
Quien quiera pensar que mi único objetivo cuando hablo de esto, es evadir el alto ritmo de vida y convertirme en un holgazán, se equivoca. La mayoría del tiempo hay que vivir a toda velocidad y a día de hoy no se puede hacer mucho para remediarlo. Solo he dicho que si en los tiempos libres se intentara desconectar, no solo no verías coartada a medio plazo tu concentración, pensamiento crítico y libertad, sino que gracias precisamente a lo anterior, podrías desenvolverte mejor en el trabajo y disfrutar más de la vida.
Hola Alejo:
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo en el planteamiento que haces. Realmente nos estamos desnaturalizando como sociedad, el ritmo vertiginoso al que estamos sometidos, en muchas ocasiones no deja espacio para el acercamiento sincero a los demás. Si a todo esto, le sumamos la inmersión tan desmesurada que hacemos en las nuevas tecnologías, tenemos como resultado un mayor individualismo. Hoy en día, con la cantidad de medios que tenemos a nuestro alcance para comunicarnos con los demás, es cuando el sentimiento de vacío y de soledad inunda a más personas, ¡qué paradoja!
Enhorabuena por tu blog.
¡Saludos!
Fíjate, yo soy informático ¿vale? Jamás voy a condenar la tecnología porque la adoro y nos abre una inmensidad de puertas. Pero a veces necesitamos tiempo para nosotros. ¡No solo para no volvernos locos! Sino para poder desarrollarnos interiormente. No creo que haya dicho algo super extraño.
Eliminar¡Muchas gracias por el comentario!
En absoluto, la tecnología es la culpable de esta situación, sería absurdo, pues el avance de la misma ha conducido a la sociedad a cotas de progreso, como nunca antes se había visto. Es precisamente el mal uso que hacemos de ella, la que nos conduce a una situación como la que estamos comentando.
Eliminar¡Saludos!