Ir al contenido principal

Coherencia existencial

Chaval con rostro preocupado

Confieso que a veces me es complicado comprender a las personas y es por eso que me hallo en busca de alguna respuesta que me ayude en dicha tarea. Para hacerlo, veo necesario antes encontrar algo en el ser humano que nos sea individualmente propio: la residencia del alma. De manera que entendiendo lo que somos, pueda llegar a comprender lo que hacemos.

Mi punto de partida es que si realmente soy algo más que materia extensa, debería llegar a un punto donde eso que soy, lo fuera de por sí. Que realmente halla algo dentro de mí, que me sea propio, que me sirva para afirmar que no por haber nacido en los dominios de una constelación u otra, en los EEUU o en una tribu australiana, fuera a ser una persona radicalmente diferente. Es decir, que mi libre albedrio no solo se corresponda con tener autonomía de acción, sino también con tener la libre elección de ser lo que quiera, de ser un auténtico yo. Que la consciencia que tenemos de nosotros mismos, no sea un mero engaño de la mente.

La historia nos sugiere que lo que somos, que es el motivo de porque las personas actúan de una u otra manera (lo que no soy capaz de entender), se podría definir como una mezcla entre lo que sentimos espiritualmente que somos (Vía interior) y nuestros pensamientos sobre el mundo (Vía exterior). Pero en una era en la que desechamos la espiritualidad, lo que queda en nosotros es lo que pensamos. Hoy en día somos lo que pensamos racionalmente. Si yo pienso que el apego a la familia es dañino y que no se deben comer animales porque sufren, entonces la mezcla de esos pensamientos hace que se pueda decir que lo que soy, es un yogui.

”Buscando paz interiorAhora bien, veamos hasta qué punto es verdad esta afirmación. La mente esta todo el rato en funcionamiento. Esto lo podemos experimentar con simples ejercicios de meditación, solo hace falta intentar no pensar en nada para darse cuenta de la gran cantidad de pensamientos que involuntariamente nos abordan. Mientras andamos, mientras trabajamos, mientras hablamos con alguien, etc. ¿Pero qué clase de pensamientos produce nuestra mente? Únicamente los que están en consonancia con nuestras creencias. Por tanto, los pensamientos no los elegimos nosotros pero bueno, si al menos pudiéramos elegir las creencias, ¡ni tan mal!

Entonces, pasemos al siguiente nivel. La pregunta ahora es ¿son las creencias fruto de eso que somos de por sí, o son resultado de algo exterior a nosotros? Está claro que hay creencias que las aceptamos para nuestro yo más profundo tras razonarlas, meditarlas, racionarlas, y tras todo tipo de pensamiento activos y críticos. Guay, pero acaso estas creencias adquiridas no las estamos aceptando a través de otras creencias que ya poseemos? Quiero decir, yo me siento uno con la madre tierra, y de ahí, tras un largo ejercicio de supuesta introspección, me doy cuenta que la única manera en la que se ha de vivir, es comiendo solo de lo que pueda plantar y trabajar yo en el campo.

¿Todas las creencias las adoptamos activamente? No. Desde que nacemos hasta los 12 años absorbemos como una esponja de todo lo que vemos a nuestro alrededor y todo queda grabado hasta el momento de nuestra muerte profundamente muy dentro de nosotros; en el inconsciente. Si nuestra madre nos ha tratado con mucho cariño creeremos en el amor y los sentimientos. Si hemos vivido maltratados, el universo nos parecerá frio, un universo donde los sentimientos no existen y únicamente nos podremos fiar del raciocinio. Las creencias últimas de nuestro ser no las elegimos nosotros nunca porque aun siendo conscientes del por qué de nuestras creencias, y tras el supuesto de que fuéramos capaces de borrarlas completamente de nuestro ser, las nuevas creencias serian fruto de experiencias vividas durante la vida.

Una simple lectura, un evento extraordinario, un amor roto, la cultura que te rodea. Dependiendo de cada pequeño detalle, del puro azar; la vida te habrá influenciado a tener ciertas creencias inconscientes o conscientes. ¿O crees que alguien que ha nacido en un país anglosajón tiene las mismas creencias que nosotros acerca de lo adecuado o no de tener apego a tus hijos? ¿Dónde nos deja eso a lo que somos? Cuándo pensamos en que es una abominidad echar a tus hijos de casa a los 18 años sin estar preparados para la vida, ¿lo está pensando lo que realmente eres o es fruto del azar, que por haber nacido en un sitio y no en otro te ves forzado a pensar?

Estamos a la deriva en un océano infinito y no encontramos nada porque no hay nada que encontrar. ¿Seguís creyendo en lo que pensáis? En mi opinión, existen verdades absolutas pero no están a nuestro alcance. Es verdad que España invadió Sudamérica, pero desde el mismo momento en que sucede, deja de ser verdad. Solo sucedió de una determinada forma, con un determinado número de soldados, en un día soleado o lluvioso, de noche o de día; pero desde el segundo 0,1, dependiendo a que soldado le preguntes, te relatará de una u otra forma lo que ocurrió, por qué ocurrió, como ocurrió, etc… por lo que, si lo que se supone que sabes, es desde el instante 0,1 imperfecto, imagínate en el instante 10000000000. Puedes saber que una tostadora quema si la tocas, pero no sabes porque; y si lo sabes, no sabrás porque existe esa sensación de quemazo en tu mano; y si lo sabes, no sabrás que es física y químicamente el calor en realidad. Y es que el conocimiento es así de puñetero. Todo es uno. Y si no lo conoces todo, no sabes nada al 100%. Obviamente existe el conocimiento parcial, pero nunca conocimiento verdadero o nada que se le acerque. En el mejor de los casos se tratará de una medio mentira, y las mentirijillas a medias son las peores.

Explosion de la Tierra
El conocimiento es un intento imperfecto de saber lo que son las cosas. Solo optamos a saber matemáticas. Incluso la física nos da la espalda. Stephen Hawkings, en su libro "El gran diseño" dice que las constantes universales son prácticamente generadas aleatoriamente y que solo uno de los 3482384982394823 universos que se crean de la nada, llegan a sobrevivir más de un microsegundo debido al no equilibrio entre las fórmulas matemáticas que están detrás de todo. Este es un mundo entre tantos otros que pudieron haber sido.

Volviendo a la cuestión inicial, si en la modernidad las personas únicamente son sus pensamientos y mente racional, y como conclusión de esta serie de argumentos podemos afirmar que no somos algo de por sí, sino que seguimos siendo una parte minúscula más en la evolución, como animales o plantas; con intelecto sí, pero ¿que será el intelecto para la siguiente evolución del ser humano? ¿Lo considerarán tan importante como lo hacemos nosotros? ¿Por qué pensamos que somos el producto final de la evolución? ¿Por qué esa arrogancia? ¿Por ese sentimiento de superioridad frente a los demás seres si ni siquiera somos nada de por si? Me pone de los nervios.

Tú, humano. No debes sentirte orgulloso por lo inteligente que eres o lo mucho que sabes, porque es algo que nos viene dado o no; y sí sentir repugnancia por lo poco que estás haciendo por dejar a las generaciones futuras un mundo mejor donde vivir. Por qué tienes tantas ganas de hacerte oír tan alto, si ni siquiera has elegido que decir.

Cuando lo que somos se disuelve en dicho océano, y lo que es, nos es negado. A uno solo le queda enfrentarse a la vida con humildad. No lo sabemos todo porque no conocemos nada.

PD: No es la primera vez que utilizo palabras descalificadoras contra el conocimiento, pero es importante que entendáis que únicamente criticó la importancia que hoy en día le da la gente de la calle. Como si tenerlo por tener fuera a ayudarles a ser más felices, a ser mejores personas o a hacerlo mejor o peor en la vida. El conocimiento es un medio para conseguir fines, no un fin en si mismo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Miedos

De entre todos los miedos, el más extraño y difícil de describir sea seguramente el miedo a la muerte. Nadie es capaz de explicar que es vivir, muchas personas ni siquiera se esfuerzan por hacerlo y sin embargo tienen miedo a morir. Creo (y digo creo porque estoy hablando de palabras mayores) que yo no lo tengo. No tengo miedo a morir. Nunca me ha asustado dejar de vivir. Me gusta mucho discutir con mis amigos sobre temas de este tipo y siempre se quedan un poco en shock cuando les explico lo que pienso. Pienso que no vivir ha de ser muy gratificante. Pues en la nada, nada hay y el sufrimiento ya no existe . Al igual que el tiempo. Nada de qué preocuparse. Vivir es bonito, conoces gente que se cruza en tu camino. Ríes, cambias opiniones, aprendes. Amas, eres amado. Pero morir es paz, esa paz que en vida nunca vas a conseguir, y todo tipo de tormentos, traumas y problemas sin solución, se desvanecen en la nada. Pienso que vivir es una oportunidad que todos hemos de apr

Tanto que aprender de tan pocos...

Mi primera entrada la merece una gran persona, un gran escritor. Un señor que pensaba, y mientras pensaba, transformaba sus pensamientos en novelas, gigantescas metáforas. Único y seguramente, la historia lo afirmará, irrepetible. "Como cualquier otro lector, o escritor, me busco a mí mismo. Busco encontrarme en páginas, en ideas, en reflexiones , reconocer que somos algo más que esto que se presenta como "realidad" , ése sigue siendo el mayor deslumbramiento. JOSE SARAMAGO Consulte el perfil de Google+ del autor

La muerte

Que nuestra naturaleza animal nos provee desde el principio con una serie de herramientas e instintos que nos serán vitales para sobrevivir no es nada nuevo, pero esta afirmación esconde dos verdades. La primera es la que literalmente describe y la segunda, es el hecho implícito a la anterior afirmación de que no estamos innatamente preparados para vivir, ya que algunos de estos mecanismos que tenemos para sobrevivir, no son los apropiados para vivir. Además, los mecanismos que poseemos para sobrevivir están naturalmente enfocados al corto plazo, mientras que en el mundo actual necesitamos mecanismos que nos ayuden no solo a corto plazo, sino sobre todo a medio y largo plazo; y no a sobrevivir, sino a vivir una buena vida. De forma que cuando antes, ante el peligro, la huida era una posibilidad inteligente, ahora el huir de tus problemas no hace sino empeorar tu situación. Si en el pasado actuabas con la intención de vivir, posiblemente no sobrevivieras más que unos días antes de que

“Spanish Revolution”

Es hora de dejar de leer, escribir y actuar. Los seres humanos necesitamos sentirnos alguien en el mundo. Es hora de que cada uno de nosotros actué , pues sus actos se expandirán de manera exponencial a través de sus amigos y conocidos. Como muchos sabréis estamos en plena “Spanish Revolution”. Un movimiento principalmente iniciado a favor de una democracia real, donde los ciudadanos también cuenten. En este movimiento están también incluidos todo tipo de temas referentes a la ética y moral ciudadana-política. Lo que me gusta de esta revolución es que cada uno lo puede vivir de diferentes maneras debido a los múltiples temas que toca. Esta revolución tiene muchas virtudes pero igualmente puede tener defectos. La principal reivindicación es el querer participar en el mundo más activamente, el querer difundir un pensamiento propio, el ser más libre… ¡pero cuidado! Para vivir libre se ha de pensar libremente, no se ha de seguir la revolución por “meterse con alguien”. No se pued

La mentira de viajar

Los avances tecnológicos, sociales y económicos de los últimos 80 años nos han dado la posibilidad de conocer mundo. Ahora somos capaces de ahorrar un poquillo de nuestro salario mensual para poder emplearlo en nuestros días de vacaciones, derecho logrado y regulado por el artículo 38 del Estatuto de los Trabajadores publicado en 1980; utilizando como medio, aviones comerciales que se llevan perfeccionando desde el 7 de diciembre de 1944, con la formación de la Organización de Aviación Civil Internacional . A pesar de la reciente popularidad ganada en occidente por viajar y de la necesidad creciente de huir de nuestra realidad de forma periódica; al igual que viajar es una autentica necesidad para que las mentes de los jóvenes se amplíen y se encuentren mentalmente cómodos en la realidad globalizada en la que vivimos; viajar es solamente un capricho capitalista más para aquellos que superamos la treintena y que hemos tenido la posibilidad de hacerlo durante nuestra juventud.