Tengo entendido que anoche te quedaste hasta altas horas de la madrugada pensando en tu futuro, en lo que te conviene y en lo que crees que te hará feliz a posteriori. Y bueno, yo solo quería decirte que la bombilla se inventó hace ya unos años y no hay necesidad de reinventarla. Quizás sea porque pienso como informático y me estoy mal acostumbrando a coger código de todos lados para luego mezclarlo y construir el algoritmo o programa que deseo, que creo que la opción más útil a día de hoy para alumbrar una habitación es reusar al menos en parte, esa bombillita que ya existe.
Es difícil de entender por qué no sucede igual, o al menos parecido, con los avances técnicos que con los avances filosóficos. No puede ser que conocimientos que nos dejaron personas realmente sublimes hace 2000 años no solo no sean aprendidos desde pequeños, si no que sean ninguneados por los “grandes sabios” contemporáneos. ¡Eh! ¡Qué vais 2000 años atrasados! ¡Que hay que ponerse al día! Es cierto que la filosofía al hablar de conceptos e ideas no provee de “formulas exactas para actuar”, pero proporciona un marco moral-intelectual suficiente que sirve para lograr echar un vistacillo afuera de esa caverna platónica, donde estas calentito, con esa falsa sensación de seguridad que te proporciona y te tiene anestesiado. Platón supo vislumbrar la diferencia que hay entre vivir siendo libres, o vivir creyendo que lo eres.
Y no vale decir que estos conocimientos son innecesarios y por tanto, inútiles. Me parece a mí que más de una vez has pedido consejo a alguien querido sobre cómo actuar o que decisión elegir en un determinado momento, o has leído o tenido tentación de leer de uno de esos libros de autoayuda que no hacen sino escribir en trescientas páginas todos los consejos que nuestras abuelitas nos decían cuando trataban de educarnos.
Para empezar, es de suponer que a ti también te hayan querido convencer de que la excelencia humana se mide en prestigio laboral, en ligues, en dinero, en tu atractivo… y que para lograrlo tengas de dejar de lado tu yo mas intimo e individual para convertirte en parte de una estructura artificial que a menudo, hace perder tu importancia como protagonista único de tu vida. Pero nada está más lejos de la realidad y solo hay que tener un poco de avidez para verlo. ¡No tienes que demostrar nada a nadie porque solo por ser tú, tienes un valor que ni el más rico entre los poderosos puede poseer!
Sócrates también coincidió con personas, llamadas sofistas, que identificaban la excelencia humana con el éxito político. Ellos lo enseñaban a los niños, los niños se convertían en estafadores y todos felices. Pero el supo sacarle mucho jugo a las características humanas que nos vienen dadas y aprendió mediante ejercicios de introspección y reflexión, a obtener conocimientos tanto de sí mismo como del universo y ganó en libertad, pues con este pequeño ejercicio de obtención de conocimientos, descubrió otras maneras de obrar en la vida, de conducirse en ella. Pues sin conocimiento uno no sabe de las posibilidades que te proporciona la vida por el hecho de nacer en un cuerpo humano y no en el de una jirafa.
Problemas tan nimios y a la vez, con consecuencias tan fatales no deberían tener cabida en nuestra sociedad. Porque somos muy maduros… no? Personas que quieren y no pueden dejar de fumar, personas que odian su estado físico y no pueden parar de comer, personas que deseando hacer el bien, no pueden parar de satisfacer sus deseos individuales a costa de los deseos de los demás, personas que habiéndolo intentado con una persona y no haber funcionado se esclavizan de sus sentimientos y dejan la vida pasar mientras ellos se agarran al pasado, personas que… personas que… personas sin autonomía.
Eso no es vida. Eso no es vivir. Tendrá un nombre pero no vida. Aristóteles ya nos decía que se ha de dominas las pasiones. Parece lógico pensar que si de lo que estamos tratando es de conseguir libertad, es crucial no dejar que nuestro cuerpo nos domine porque la verdad, nuestro cuerpo es un poco puñetero y poco agradecido. ¡Mira que nosotros le damos todo lo que pide y él no deja de pedirnos más y más! Pues cuanto más nos pida y tengamos que obedecerle, menos maniobra tendremos para nosotros mismos. Al cuerpo se le ha de educar y se trata de que nos sirva como vehículo en la vida, no para que nosotros les sirvamos a él de perrito faldero. Nada mejor para enseñarle a ese cuerpo tuyo que tienes a obedecerte, que ir a correr un par de días, enséñale quien manda a quien.
También Aristóteles hablo de la prudencia. Pero de una prudencia especial. Decía que la prudencia es el arte de deliberar mediante el raciocinio sobre lo que nos conviene o no a medio o largo plazo. Coño, que eres tu quien debe manejar la vida, no al revés. El destino a todos nos tiene preparados eventos, algunos buenos, otros malos pero en cualquier caso el que elige como reaccionar a ellos… ¡eres tú! Y has de pensar en ello de manera totalmente consciente. ¡Despierta! ¡Emociónate! ¡Llénate de vida!
Ya siendo adultos y habiendo aceptado e interiorizado la opción fácil: que comprar te hace feliz, que intentar exhibir cosas que no eres en Facebook te hace sentir bien, etc,etc. Supongo que es difícil de entender que las soluciones a la gran mayoría de los problemas pasan por filosofar un poquillo sobre lo que realmente importa y lo que no. Y esto es algo que puedes hacer tu solito, pero claro, debes concentrar una entrevista contigo mismo en un lugar que se encuentra a mucha distancia, tu alma.
La filosofía son ganas de vivir. Y la vida es como un fino hilo por el que hay que pasar y se puede hacer de dos maneras: caminando de pie, o tambaleándote y finalmente caer, teniéndote que agarrar con las manos al hilo, desgarrándote y despellejándote la piel. Kant ya nos decía que para moverte con sutileza y habilidad en ese hilo, hace falta ser fiel a tu conciencia, ya que solo quien cumple sus dictados puede andar sin carga extra sobre el hilo y realmente tener total libertad sobre su cuerpo y mente.
Hay que ser ético, porque todo lo que hacemos tiene su repercusión en los demás y en el mundo. Si no actuamos de manera moral, estaremos contribuyendo a que el mundo sea una basura, a que la maldad se imponga sobre lo bueno, dejemos de tener fe en el ser humano y en todo lo bueno que es capaz de hacer. Incluso antes que en los demás, lo que hacemos tiene su repercusión en nosotros mismos, si no somos amables con los demás, si no damos buena vida al de enfrente, si hablamos mal de otro como podemos hablar mal de una rata, estaremos contaminando nuestra alma para la eternidad y los demás son capaces de notar este aura que parece rodearnos. No tendrás amigos en los que confiar, amigos con los que olvidarte del trabajo al son de carcajadas, amigos a los que querer, amigos que te quieran. Y serás recordado como un perdedor, como una persona a la que la vida le pudo el pulso y no supo remontarle a tiempo.
La filosofía es conocimiento práctico y quien no lo posee, se lo está perdiendo, porque solo se vive una vez y es de personas listas, el afrontar la vida con todas las herramientas que podamos. ¡Claro que se puede vivir sin ella! Pero porque vamos a querer hacerlo. También podríamos vivir sin frigorífico pero por qué hacerlo si no es beneficioso.
Filosofía no es leer por leer un libro porque tienes un examen. En un libro lo único que hay son caracteres alfanuméricos que unas veces tienen sentido, y otras carecen de él. Filosofía es querer saber, es querer no parar nunca de aprender, es querer vivir. Pero no vivir de cualquier forma, sino vivir tal y como quieras tu vivir. No como te han dicho que debes vivir. Y para esto puedes leer sobre lo que sabios han querido proponerte o pueden sacarlo de ti mismo. Pero siempre queriéndote, pues si no te quieres a ti mismo, si no te das ese valor que tienes por ser persona, habrás perdido la partida de antemano.
Pero lo más importante, filosofía es imaginar. Imaginar un mundo en el que tú puedas ser plenamente feliz. Imaginar un mundo en el que mires donde mires, veas personas sonriéndote sin un por qué. Imaginar un mundo plural de vida, donde no solo quepamos los seres humanos sino que también los animales tengan el hábitat que les pertenece. Imaginar un mundo donde no exista la guerra, ni niños desnutridos, ni absurdos prejuicios. Imaginar la paz. Imaginarnos uno con la propia Tierra, pues a ella le debemos la vida.
Yo deseo ese mundo e intento contribuir a él. ¿Y tú?
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