Al igual que sucede con ciertas canciones, que cuantas más veces las escuchas con el pasar de los años, más eres capaz de dilucidar sus verdaderos significados, ocurre con la vida misma. Según vas creciendo eres capaz de comprender ciertos aspectos de ella, que antaño pasaste por alto y que tanto sufrimiento te ha costado. En un momento dado eliges y no hay elección buena o mala. Pues nadie elige una opción creyendo que es peor que la opción contraria. No tenemos la posibilidad de nacer sabiendo. Llevado hasta el extremo, se podría aceptar aquello de que finalmente es la propia vida la que te lleva por sus propios caudales. Tras dichas elecciones, hay personas que entran y personas que salen de tu vida, es inevitable. Y además, algunas de ellas, lo hacen de manera dolorosa, injusta o abrupta. Son esas personas a las que hemos amado tanto, con las que se nos detenía el mundo, y con él, nuestra respiración al mirarlas, las que hacen mella en nosotros de por vida. Son esos amigos que a