El amor es una ilusión. Una ilusión de felicidad. Una ilusión que te hace ver todo de otro color. Que le da sentido a tu vida. Y hay quienes desean vivir la mejor y más preciosa de las ilusiones, y los hay que simplemente desean vivir la realidad, habiendo aprendido con anterioridad la mentira que representa el amor para la raza humana. Corrupta por naturaleza.
Porque ya no es del todo cierto que las persones se enamoren. El amor caducó. O puede que desde que Adam y Eva cometieran pecado, siempre lo haya estado. El amor - como tantas otras palabras con inmenso poder para iluminar en las personas, la más inocente de las sonrisas - perdió su significado en un mundo carente de valores y falto de sinceridad, empatía y bondad.
La sola idea de vivir una ilusión me repugna. Somos la sociedad de la infelicidad pues mamamos directamente de la fuente de la codicia y de la envidia, y eso nos hace sobrevivir en esta vida a costa de vender nuestra alma. Y las de alrededor.
El amor se finge. Donde hay pura atracción animal, las personas tienden a autoproclamarlo amor. Sin embargo, la única posibilidad de cortar el círculo vicioso que alimenta al amor como motivo de infelicidad; es tener fe en que existe, saber esperar pacientemente, y no ser tú la razón del dolor sentimental ajeno.
Aquí un romántico soñador, prefiere pensar que lo único que caducó es la palabra - de tan mal uso que tantos hicieron de ella en la práctica - , y no el significado. Prefiero pensar que la buena gente, la que por encima de todo no hace daño al otro, la que en cualquier momento se preocupa tanto de su pareja como de sí mismo, en la que se puede confiar; existe a montones, y que no se ha de ir a Marte para encontrar personas así.
Interesante cuanto menos.
ResponderEliminarEres humano y aunque tu entorno este corrupto y haya degenerado, no los condenes así.
La sintaxis es humana, y por tanto se equivoca, el error es inherente a nosotros. Llamarlo amor puede ser la necesidad de darle forma, aspecto, esencia.
Nuestro deseo, nuestra pasión, es instintiva, a pesar de que reneguemos de eso, somos animales...
Y no creo que encontremos personas como dices en Marte, si eso rocas muy amorosas y majas pero personas mmm creo que no jaja.
Una entrada muy reflexiva, muy interesante, y de verdad nos encanta visitarte!!!
¡Seguro que a ti no te gusta tanto el blog como a mi leer este tipo de comentarios! La verdad es que me ayudan mucho, puesto que todo lo que escribo es subjetivo total y me ayuda un poco a colocarme.
ResponderEliminarUmmmmm... rocas muy amorosas... ¡eso suena muy bien!
Está claro que no se ha de condenar a nadie pero personalmente me es difícil asimilar muchas injusticias, que aunque te has referido a mi entorno, las hay en todas partes. Eso si, claro que también hay muchas cosas buenas de las que disfrutar en todas formas.
Aunque no lo creas, soy optimista y por encima de todo, no me gusta que la gente no pare de quejarse sobre lo injusto que es todo. Si algo no te gusta, haz lo que puedas para cambiarlo ;). Byeeee
Yo soy de las tuyas: prefiero pensar que lo que en realidad se ha desvirtuado es la palabra. A lo largo de la historia se ha usado en exceso, exagerado, confundido con otras y hasta manchado.
ResponderEliminarPero me niego a pensar que los sentimientos no existen o que son una mera ilusión nuestra.
Si nos quitan eso ¿qué nos queda?
Un saludo.