Seguro que te verás reflejado si te dedicas a escribir o a cualquier proyecto artístico y hablamos de la creatividad o la inspiración. A veces necesitamos horas, días, semanas o incluso años para que se nos encienda la bombilla y podamos plasmar esa idea que teníamos en la cabeza. En ocasiones no ocurre nunca y el sueño o gran idea queda finalmente en eso, un sueño. Pensemos en una compañía que seguramente todos asociamos a la creatividad y al éxito. Pixar es probablemente la única factoría de sueños real actualmente, una de las pocas, si no la única, que cada lanzamiento es sinónimo de novedad e inspiración para muchos. Quizá por esta razón la carta de uno de los grandes animadores de la factoría, Austin Madison, enviada a un proyecto de creativos en la red, adquiere mayor dimensión.
No es mala idea tampoco para quien no se sienta especialmente identificado con lo anterior, extender el significado y palabras de esta carta a otros ámbitos de la vida. Para quien no lucha por nada y se la suda (perdón por la expresión) su presente y su futuro, no necesita de esta habilidad interior pues quien no lucha por nada, nunca pierde; quien no arriesga no gana, pero tampoco pierde. En cambio, a quienes nos esforzamos día a día por mejorar, ya sea deportivamente, académicamente, socialmente, etc... los reveses están a la orden del día, a veces no me puedo creer la de ostias que puede meterle la vida a alguien sin casi merecerlo. No nos queda otra, persistir, luchar, aguantar el golpe, y según toquemos el suelo con una mano, sorprendidos por la fiereza del golpe, levantarnos con la otra y devolver el golpe.
PersistirA quién pueda inspirar,Yo, como muchos de ustedes los artistas allá afuera, estoy en constante cambio entre dos estados. El primero (y más preferible de los dos) es el de la zona blanca, encendido en el asiento, a toda máquina en modo creativo. Esto ocurre cuando ponemos la pluma y las ideas se derraman como el vino en un cáliz real… Esto sucede alrededor del 3% del tiempo.El otro 97% del tiempo me encuentro con la frustración, dificultades, en la esquina de la oficina en modo “papel arrugado”. Lo importante en ese momento es sudar tinta con diligencia a través de ese pantano del desaliento y la desesperación. Aplicarse, comentar y escuchar las historias de los profesionales que han estado haciendo películas durante décadas, pasando por las mismas historias y los problemas de producción indignantes.En una palabra: Persistir.Persiste en contar tu historia. Persiste en llegar a tu público. Persiste en mantenerte fiel a tu visión. Recuerda lo que Peter Jackson dijo: “El dolor es temporal. El cine es para siempre”. Piensa en todas las persona que deben saber.La próxima vez que te golpee el bloqueo del escritor, o que el ordenador se bloquee y se pierde el trabajo de una noche entera porque no le diste a guardar (siempre darle a guardar), recuerda: Nunca estarás muy lejos de la siguiente ráfaga de creatividad divina. Trabaja a través de ese 97% de la mediocridad para llegar a ese 3% con el que todo el mundo te recordará para siempre.Les garantizo que el arte vale la pena el trabajo,Su amigo,Austin MadisonLa aventura está ahí fuera
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