Aunque el sentido que le procura Immanuel Kant es diferente, me voy a servir de un minúsculo fragmento de su pensamiento para introducir esta entrada. ¿La felicidad es un fin en sí mismo o un medio para un fin?
Quienes reflexionamos y escribimos sobre la vida, debido a nuestra personalidad idealista, solemos enfocar nuestros discursos de manera teórica y soñadora. Escasas veces nos metemos en el fango a hablar sobre pensamientos más prácticos, pertenecientes al mundo sensible. Esta entrada busca apoyar la búsqueda de felicidad con argumentos menos profundos y más terrenales.
En una época donde los libros de autoayuda e inteligencia emocional se convierten en best sellers, se deduce que las personas buscan “algo” que las ayude a motivarse para dar lo mejor de ellos en su vida personal y en el trabajo. Y sin embargo, posiblemente el factor que mayor influencia positiva tenga en absolutamente todos los ámbitos de nuestra vida es la felicidad. Pero claro, resulta mucho más sencillo leerse un pseudo-manual de autoayuda que esforzarse en ser feliz.
El objetivo de esta entrada no es enseñar a nadie a ser feliz, cada persona es un gran libro y esta entrada no ocupa ni una página de Word. Sino defender de nuevo lo trascendental que es intentar serlo. No solo para salvarnos a nosotros mismos de vivir una desastrosa vida interna, sino porque en todo aquello que nos proponemos hacer y en todos aquellos a los que queremos, influye de manera brutal. Se puede vivir sin ser feliz pero la felicidad es un amplificador natural de nuestras acciones. Es decir, llegaremos un poquito más lejos en la vida siendo felices.
Por tanto, me tomo la licencia de sugerir a todas las personas que estén buscando desarrollarse que lo hagan comenzando desde su interior. Dejando atrás su pasado y mirando únicamente al futuro. Puesto que seguramente su presente no está tan deteriorado como lo creen y se trata de la base perfecta para construir un futuro fantástico.
Por tanto, me tomo la licencia de sugerir a todas las personas que estén buscando desarrollarse que lo hagan comenzando desde su interior. Dejando atrás su pasado y mirando únicamente al futuro. Puesto que seguramente su presente no está tan deteriorado como lo creen y se trata de la base perfecta para construir un futuro fantástico.
Siento si alguien se ha sentido ofendido por la falta de instrucciones para ser feliz. Cada uno tenemos que recorrer nuestro propio camino para alcanzar dicha meta. Me disculpo también por no tener la respuesta a la pregunta con la que introducía la entrada.
"la felicidad es un amplificador natural de nuestras acciones"
ResponderEliminarExcelente frase y muy acertada. No hay nada como sentirse a gusto uno consigo mismo, y esto es algo que se transmite a los demás también...
Muy buena reflexión... Un saludo!
Muchas gracias por el comentario Asier.
EliminarA menudo las cosas mas básicas de la vida las pasamos por alto y conviene recordarlas.
¡Un saludo!
Creo que vivimos en una época en la que tenemos que ser felices a toda costa, como si fuera la meta de nuestras vidas. Y si no lo consigues además de no ser feliz eres incapaz de lograrlo, por lo que te sientes peor aún. En la vida hay momentos de tristeza, hay épocas mejores y peores, y no pasa nada, la vida es así y creo que nos iría mejor a todos si asimiláramos como algo natural esos estadios y dejáramos de buscar tanto bienestar y seamos lo que somos, aceptar nuestra versión de nosotros mismos y ser.
ResponderEliminarSaludos Alejo
Por un lado, no puedo estar mas de acuerdo. Por el otro, creo que aun teniendo toda la razón del mundo, hay personas que se dejan arrastrar por la tristeza, se acostumbran a ella y en ocasiones se puede convertir en una patología.
EliminarLo que está claro, es que hay que saber "usar" cada sentimiento que tenemos (positivos o negativos) en una "fuerza" para seguir adelante.
Gracias por el comentaria kristina :).
Un saludo.