Víktor Yanukóvich había sido elegido legítimamente presidente de Ucrania en las elecciones presidenciales de 2009 con un 52% de los votos. Con el poder que el pueblo le había otorgado decide acercar Ucrania a Rusia antes que a Europa. Quienes le votaron sabían perfectamente sus preferencias políticas.
Posteriormente en Kiev se produce un golpe de estado. Obviamente ilegal, antidemocrático y sangriento. El "vil" Yanukóvich fue destituido por el Congreso Nacional el 22 de febrero de 2014 en el transcurso del golpe de Estado desencadenado por el Euromaidán y tras nuevas elecciones, Petró Poroshenko llega al poder.
Con toda la lógica del mundo un gran sector de la población, que había escogido democráticamente al anterior presidente no lo aceptan y declaran unilateralmente la independencia. Empieza la guerra y tras las noticias en directo, en las que más o menos narraban la realidad; desde entonces hasta hoy, el resto de noticias provenientes de Ucrania nos trasladan las noticias como si quien representara el lado ético y mayoritario del conflicto fueran los pro occidentales.
A partir de noviembre de 2013 la población ucraniana se encontraba virtualmente dividida: un 38,0 % de los ucranianos apoyaba una asociación con Rusia, mientras que el 37,8 % prefería una asociación con Europa.
Fuente: El País.
Una vez más, nos hacen sentir lo que quieren que sintamos. Los pro rusos son terroristas y Putin es un duro dictador por escuchar y responder a las peticiones de las regiones donde le veneran y anexionar Crimea, donde con un resultado del 96% de los votos a favor, dijeron claramente querer pertenecer a Rusia.
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