Ir al contenido principal

Fluir

Descenso de un rio


La sociedad nos enseña desde bien pequeños a temer el futuro. “Estudia o terminaras trabajando de barrendero” nos advierte la ama. “No te conviene enamorarte, los amores siempre acaban mal”, nos alerta nuestro aita. Y tras las primeras piedras con las que tropezamos, asimilamos que a nuestros padres no les faltaba razón. Sin embargo, erran en los valores y en los por qués de lo que nos inculcan, y en vez de animarnos a desarrollar todas las partes de nuestro ser, a conocernos a nosotros mismos, a vivir experiencias, a enfrentar con naturalidad el cambio y aprender de esta manera a desenvolvernos con soltura en la vida, nos incitan a llegar a un punto de seguridad y permanecer allí el resto de nuestra vida.

De alguna manera ante la tempestad de la tormenta, debido tanto a lo que nos han enseñado, como al instinto de supervivencia, tendemos a forjarnos un escudo del mejor acero. Pretendemos llegar a una supuesta situación de tranquilidad donde la lluvia no arrecia; en forma de buena formación, pareja estable y una rutina donde sentirte seguro y con todo ello, crees poder atravesar ese finísimo hilo que es el transcurso de una vida, cuando lo cierto es que la vida no es estable. El viento puede entrar en escena y hacer moverse el hilo y hemos de estar provistos de la mentalidad adecuada para no perder los nervios. Las personas nacen y mueren. Los trabajos van y vienen. Las situaciones ocurren sin cesar. Incluso nosotros mismos nacemos y morimos. Y menos mal.

persona rica
Hacemos planes para creer que tenemos el mando, y condenamos nuestro equilibrio emocional a su causa. Incluso los existen para toda la vida. Pensamos y queremos en lugar de hacer y por ello nos estancamos, quizás no profesionalmente, pero si espiritualmente. Lo tomamos todo, formación, amigos, salario, pareja sentimental, aficiones, y no damos nada. Tener y tener y tener fomenta el estancarse. No da alegría, no da vitalidad, no da bienestar emocional, y uno acaba volviéndose una vulgar sombra de lo que puede llegar a ser un ser humano.

La vida fluye y tenemos dos opciones, o fluir con ella, o enfrentarse constantemente con ella. El riachuelo tiene bien aprendida la lección. Sabe fluir y fluir encontrando sabiamente el punto de menos resistencia. Además, debido a que fluye, se renueva; mantiene sus aguas limpias y puras, no se estanca. El río representa la sabiduría de fluir, sortear lúcidamente, renovarse y mantener la claridad y la frescura de la mente. No debemos permanecer anclados en el transcurso del rio incluso habiendo muy poca corriente, pues aun así nos iría desgastando hasta dejarnos sin la fuerza necesario para poder vivir activamente. Y desde luego, no se puede vivir eternamente a contracorriente.

El rio no se apega a un camino, no sigue ciegamente a la gota anterior, si inesperadamente se abre otro camino, no duda en cogerlo si es la mejor opción. De igual manera, no debemos poner los cimientos de nuestra casa muy profundos en la tierra, es muy posible que o bien surjan nuevas oportunidades donde establecerla, o que los minerales de la tierra acaben siendo consumidos y tengamos que trasladarla y cuanto más hondos estén los cimientos, más nos costara moverla.

Centro de Praga
Viajar ayuda a entenderlo. Conocemos a personas con las que jamás volveremos a cruzarnos y sitios que posteriormente extrañaremos. Percibes la existencia tal y como la notaba nuestro yo de entonces y, sin embargo, después de cada viaje la persona que vuelve no es el que ha ido, sino otra persona que había considerado oportuno renovarse, limpiar sus aguas y tomar conciencia de que la vida es un flujo continuo de acontecimientos. Te das cuenta de la diferencia existente entre pasado, presente y futuro. Si ayer estábamos trabajando y hoy hemos visto el reloj astronómico de Praga… ¿Mañana dónde estaremos?

El agua del riachuelo ha de renovarse para mantener sus aguas limpias, y por tanto, la frescura de nuestras mentes. Si la vida es cambio, quizás la única manera de entenderla sea cambiando nosotros también con ella. Cuantas veces se nos han presentado oportunidades y no las hemos explotado por temor a fluir. Cuántas veces hemos tiritado ante la idea de un cambio que ha posteriori se ha visto que realmente era menor al esperado y que por miedo a él, nos hemos profundamente estresado. Y todo, con la intención de conseguir esa falsa ilusión de estabilidad, ¿acaso hay algo que no haya cambiado desde que naciste hasta ahora?

Ante dicho panorama, cuando la presión que la burbuja que nosotros mismos nos hemos creado aumenta hasta límites insospechados, cuando la emoción que nos reporta la vida se acerca peligrosamente a 0, sentimos verdadera necesidad de escuchar a nuestro reloj biológico y llegan los hijos como una respuesta a nuestra inconsciente plegaria por mejorar nuestras insípidas vidas.

De pequeños males hacemos un cristo y los grandes nos negamos a aceptarlos. El entender que la vida es como un hilo sobre el que debemos de andar, es lo que nos puede proporcionar esa estabilidad emocional que todos buscamos de otras maneras. El miedo y la inseguridad existen pero no se ha de temerlo, sino saber fluir a través de él, percibirlo como implícito en la vida y jamás estancarse. Posiblemente, sea más fácil mantener el equilibrio en movimiento que parado sobre el hilo. Posiblemente, al igual que ocurre con las bicicletas, sea más fácil mantener el equilibrio mientras pedaleamos que estando parados.

Si en vez de empeñamos en ir contra la naturaleza real de la vida, intentáramos entender que la vida nunca ha ido contra nosotros, sino que simplemente va, tendría sentido cambiar nuestra manera de pensar, tendría sentido no sentirse estúpidamente herido en nuestro orgullo cuando algo nos afecta. Porque medita, a ti que es lo que verdaderamente te fastidia en tus entrañas, ¿Qué alguien te hiera, o que alguien voluntariamente te haga pasarlo mal? Lo mismo pasa con la vida, si entendiéramos que nada de lo que pasa, pasa por algo, quizás la mayoría de cosas que nos afectan diariamente dejarían de hacerlo y tendríamos más autonomía sobre nosotros mismos y verdadero poder sobre lo que nos rodea.

Comentarios

  1. Sin duda fluir es una palabra maravillosa porque vigoriza nuestras almas; El movimiento está en nosotros, y yace en nuestros actos el impulsarlo.
    Un saludín, GoBri!!!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Madurar o evolucionar

Alguien madura cuando la vida le da suficientes golpes como para aprender que haciendo determinada acción, obtienes mas resultados negativos que positivos. Es decir, se aprende de forma animal. Evoluciona quien conscientemente mira retrospectivamente al pasado y analiza cómo ha cambiado su vida y el por qué ha cambiado, y quien en un ejercicio de introspección, se ve a sí mismo desnudo, y se pregunta si debería cambiar y hacia qué tipo de pensamiento. - No has madurado. Sigues siendo tan cabezón como siempre, te harás daño si sigues intentando romper esa piedra-. - Es que es esa cabezonería en lograr romper esa piedra la que le permite a uno conocer más que nadie tanto de la piedra, como de su propia cabeza -. Le rebato yo. No es cuestión de elegir. El evolucionar transciende al madurar. Pero por eso mismo es importante donde fijar la meta, el madurar no implica necesariamente evolucionar pero el evolucionar si implica madurar. PD: Nótese que la piedra del dialogo

Simulación virtual: Parte I, Universo simulado

Hoy en día, son pocos los que jamás hayan escuchado la posibilidad de que estemos viviendo en una simulación virtual, al estilo Matrix. También son pocos los que nunca hayan meditado sobre la posibilidad de que estemos siendo los protagonistas de una película, siendo grabados por cámaras en todo momento, y seamos los únicos que no lo sepamos, al estilo el Show de Truman. No obstante, hoy me dispongo a ofreceros una visión distinta de la realidad, me dispongo a introducirme en lo más profundo de vuestra alma y a pellizcárosla . Os ofreceré pruebas, preguntas, hipótesis, teorías, con la intención de sumergiros en la más amenazante oscuridad de vuestro yo. Os aseguro cien por cien que nada de esto va en broma. Hay muchas posibilidades de que realmente todo esto sea artificial. ¿Cómo lo voy a hacer?. Pues esforzándome mucho en traducir todo lo que, a mi parecer sea de carácter excesivamente científico, a un lenguaje entendible. Aunque mínimamente sí hace falta algún conceptillo de físic

Ciencia

Durante los días 28 y 29 de septiembre, tuve la oportunidad de acudir y disfrutar de Amazings 2012 , dos días en Bilbao repletos de ponencias a mano de populares divulgadores en la red, estableciendo como base el rigor científico. Sin duda disfrute como un niño, aprendí sin esforzarme y me reí a carcajada limpia. Pero en medio de toda esta orgía de ciencia y divulgación, había instantes en los que mi corazón se sintió apenado, en la que un sentimiento de tristeza y confusión me abordó. La ciencia es verdad, conocimiento y sin duda progreso pero, ¿Es la ciencia portadora de realidad? Si y no. Al igual que el que posee conocimientos no se convierte en sabio, que un científico conozca el modelo estándar de física de las partículas, tampoco quiere decir que conozca la realidad, pues a nadie se nos escapa que la realidad humana está compuesta de múltiples realidades, tales como la biológica, cultural, sexual, espiritual, etc., etc. Duele oír a algunos científicos menospreciar o

El amor verdadero

Todos hemos disfrutado pensando en encontrar nuestro amor verdadero. Todos hemos visto en películas que el amor verdadero es duradero y suministra la felicidad más pura y completa existente en La Tierra. Hay personas que de hecho, están obsesionadas por encontrarlo o sin estarlo, lo busca incesantemente en cada rincón y en cada momento. En mi opinión, un amor se convierte en el verdadero cuando tus ganas de amar son tan grandes que no tienen límites . Son tan grandes que para respirar solo necesitas a esa persona. Son tan grandes que le entregas tu corazón en bandeja sin dudarlo un segundo, sin importar las posibles consecuencias que esto puede tener a posteriori. Y no importa quién sea la otra persona. Dos personas no nacen destinadas a estar juntos. Pero una persona si puede estar destinada a amar sin control, a vivir el amor de manera superior a los demás. Y es entonces cuando encuentras a esa persona que está dispuesta, y sobretodo preparada, a recibir todo ese amor y además, es

El ser humano completo

El convertirse en un ser humano completo debería ser objetivo principal de todas las personas a lo largo de sus vidas. Nacemos animales, primarios, donde lo que nos rige es el cerebro reptiliano. Sin embargo, tenemos la increíble posibilidad de llegar a ser personas, y por tanto, a alcanzar una felicidad de nivel más elevado. Un hombre completo es todo lo contrario a aquella persona que trabajaba en las fábricas de la revolución industrial. Un hombre que durante meses y meses colocaba arandelas en tuercas sin descanso. Este hombre no era considerado un ser humano, sino un animal. Estaba totalmente alienado. En la actualidad, está de moda criticar al hombre occidental por perder mucho tiempo viendo “el sálvame y el fútbol”, pero al igual que sucede cuando se habla mucho y se hace poco, darse cuenta de un mal hábito no sirve de nada si no se investiga no solo porque lo hacemos, sino también que podemos hacer para esquivar este errático comportamiento en nuestras vidas y pod