La película gira en torno al pensamiento crítico y a la necesidad interior de propagarlo del profesor de literatura, John Keating, quien no duda en abrir las mentes de los estudiantes para introducirles el concepto Carpe Diem (el texto de la foto).
Y es que ambos son conceptos que se necesitan mutuamente. No es posible ejercer el pensamiento crítico si no se tiene una filosofía de vida en la que tu Yo interior te urja a aprender lo máximo posible, a ser lo máximo posible, a ayudar lo máximo posible y por tanto, a vivir lo máximo posible. Es totalmente necesario el querer vivir plenamente, para poder llegar a tener alguna posibilidad de hacerlo.
Al mismo tiempo, ejercer correctamente el concepto Carpe Diem requiere del pensamiento crítico en la medida de que hace falta romper con las “normas preestablecidas” para tener la posibilidad de vivir al 100%. Es indudable que nos tenemos que adaptar a la sociedad pero siempre desde nuestro yo, sin quebrar nuestra alma para que sea capaz de amoldarse a la realidad. Tenemos que encontrar en qué punto la realidad objetiva y nuestro yo subjetivo pueden enlazarse precisamente para eso, para absorber las cosas buenas que tiene la realidad objetiva referente a nuestro aprendizaje personal, y a la vez, dar a la realidad objetiva lo mejor de nuestro Yo, contribuyendo al futuro de la raza humana y por tanto, de nosotros mismos.
Para que el proceso funcione, debemos saber y entender cuál es nuestro lugar en esa realidad dada y asumir nuestro rol desde entonces. Una vez allí, debemos reflexionar críticamente para que jamás el ser humano tenga que vivir “obligado por tontas viejas costumbres” y alienado por la sociedad. Para que poco a poco el ser humano forme un mundo a su alrededor y no se tenga que amoldar a un mundo heredado del autoritarismo, con demasiados sinsentidos y una cantidad ingente de doble moral.
Otro punto fundamental que se toca en la película, es la discusión entre lo que nos suministra la felicidad, si nos la da la el soñar, el progreso individual, el optimismo, o en cambio nos la da la total sumisión de nuestros sueños a la realidad percibida y por tanto a la anulación de estos si no los creemos posible en el marco de la vida. Ambas percepciones están resumidas en las siguientes frases del guion:
“Sólo al soñar tenemos libertad, siempre fue así; y siempre así será”."Muéstrame un corazón que esté libre de necios sueños, y te enseñaré a un hombre feliz".
Mi corta experiencia me dice que las emociones y su gestión y control tienen un papel fundamental en la felicidad. La única manera de vivir completamente la vida y por tanto, ser totalmente feliz es soñando y expandir tus alas y tu yo lo más posible. Y quien no sea lo suficiente emocionalmente inteligente como para controlar sus emociones estaría en grandes problemas si no llega a cumplir sus deseos y sueños, y dependiendo de su fuerza mental podría caer en la angustia, tristeza o depresión permanente. De ahí la segunda frase expuesta, que haya personas que la única salida que tengan para no caer en la desesperanza, sea la de desembarazarse de sus sueños y vivir una vida tranquila, llana y mundana.
Concluyendo:
"Les contaré un secreto: no leemos y escribimos poesía porque es bonita. Leemos y escribimos poesía porque pertenecemos a la raza humana; y la raza humana está llena de pasión. La medicina, el derecho, el comercio, la ingeniería... son carreras nobles y necesarias para dignificar la vida humana. Pero la poesía, la belleza, el romanticismo, el amor son cosas que nos mantienen vivos". Señor Keating.
Carpe Diem.
¡Toda invitación que invite a pensar y sentir es bienvenida!
ResponderEliminarMuchísimas gracias por el vídeo. Hoy en día parece que todo son números y dogmas, que todo lo que vemos o nos enseñan es incuestionable. Es por ello que te estoy agradecido por tu vídeo, ojala pueda aprender y sentir más sobre el tema :).
Un saludo.