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Mostrando entradas de octubre, 2012

Afición por el deporte

Me encontraba tirado en el sofá, observando asombrado un partido de Rafael Nadal cuando una vez más, y sin previo aviso me encontré perdido en las profundidades de mi ser, buscando una respuesta a la pregunta que instantes antes me había golpeado en el pecho y que incrustada firmemente, amenazaba mis razonados ideales, mi modelada personalidad y hasta había llegado a cuestionar mi ética. ¿Por qué perdía tiempo de mi vida viendo deporte si en principio no me aporta nada de utilidad? Quizá para otras personas esta pregunta sea considerada inocente, tonta, fácil de digerir y de olvidar. Pero durante toda mi vida adulta he vivido conforme a lo que pensaba y ni ahora, ni en un futuro cercano o lejano, concebiré el vivir de otra manera, y es por ello que de esta pregunta tan tonta dependía mi futuro. Y ahí estábamos yo, la silenciosa noche, y Nadal dándole raquetazos a una pelota. No lo conseguí esa noche pero como suele suceder, la duda ya había sembrado en mí la semilla que po

Nacionalismos

Comenzar diciendo que esta, sola y únicamente es mi opinión y que por tanto, debe ser juzgada como tal y no dársele más importancia de la que se debiera. Todo ser que se sienta más identificado con una región que hermanado con su especie demuestran ser humanos, ya que el sentirse ligado a un grupo o nación debido a la compartición de valores, cultura e historia proviene del tribalismo, que antiguamente fuera una ventaja evolutiva. Sin embargo, mis creencias y experiencias me fuerzan a querer desprenderme de antiguos instintos, ya no solo inadecuados para el presente, sino peligrosos para la consecución de vidas plenas y felices. Que somos sentimiento y actuamos para conseguir sentimientos positivos y desprendernos de los negativos no es nada nuevo, pero la anterior afirmación no lleva implícita el aceptar cualquier sentimiento que nos aborde como adecuado. ¿Por qué no lo considero un sentimiento adecuado? Por tres razones: porque normalmente contamina el pensamiento lógico-racional

La muerte

Que nuestra naturaleza animal nos provee desde el principio con una serie de herramientas e instintos que nos serán vitales para sobrevivir no es nada nuevo, pero esta afirmación esconde dos verdades. La primera es la que literalmente describe y la segunda, es el hecho implícito a la anterior afirmación de que no estamos innatamente preparados para vivir, ya que algunos de estos mecanismos que tenemos para sobrevivir, no son los apropiados para vivir. Además, los mecanismos que poseemos para sobrevivir están naturalmente enfocados al corto plazo, mientras que en el mundo actual necesitamos mecanismos que nos ayuden no solo a corto plazo, sino sobre todo a medio y largo plazo; y no a sobrevivir, sino a vivir una buena vida. De forma que cuando antes, ante el peligro, la huida era una posibilidad inteligente, ahora el huir de tus problemas no hace sino empeorar tu situación. Si en el pasado actuabas con la intención de vivir, posiblemente no sobrevivieras más que unos días antes de que

Ciencia

Durante los días 28 y 29 de septiembre, tuve la oportunidad de acudir y disfrutar de Amazings 2012 , dos días en Bilbao repletos de ponencias a mano de populares divulgadores en la red, estableciendo como base el rigor científico. Sin duda disfrute como un niño, aprendí sin esforzarme y me reí a carcajada limpia. Pero en medio de toda esta orgía de ciencia y divulgación, había instantes en los que mi corazón se sintió apenado, en la que un sentimiento de tristeza y confusión me abordó. La ciencia es verdad, conocimiento y sin duda progreso pero, ¿Es la ciencia portadora de realidad? Si y no. Al igual que el que posee conocimientos no se convierte en sabio, que un científico conozca el modelo estándar de física de las partículas, tampoco quiere decir que conozca la realidad, pues a nadie se nos escapa que la realidad humana está compuesta de múltiples realidades, tales como la biológica, cultural, sexual, espiritual, etc., etc. Duele oír a algunos científicos menospreciar o