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Mostrando entradas de septiembre, 2011

El club de la lucha

Ayer estaba aburridito en casa y haciendo un poquillo de zapping, encontré recién empezaba la exquisita película “el club de la lucha”, que hacía mucho tiempo que no veía. La disfrute cantidad porque no me acordaba de muchos detalles a los que hacía referencia la película, donde se ve perfectamente hasta que punto un ser humano puede ser alienado y creer saber lo que necesita en la vida, estando equivocado. A continuación os dejo un pequeño discurso de uno de los protas de la película. Quien haya visto la película recientemente podrá ambientar mejor el siguiente párrafo: […] Toda una generación trabajando en gasolineras, sirviendo mesas o siendo esclavos oficinistas. La publicidad nos hace desear coches y ropas. Tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos. Somos los hijos malditos de la historia. Desarraigados y sin objetivos. No hemos sufrido una gran guerra, ni una depresión. Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es nuestra v

Persistir

Seguro que te verás reflejado si te dedicas a escribir o a cualquier proyecto artístico y hablamos de la creatividad o la inspiración. A veces necesitamos horas, días, semanas o incluso años para que se nos encienda la bombilla y podamos plasmar esa idea que teníamos en la cabeza. En ocasiones no ocurre nunca y el sueño o gran idea queda finalmente en eso, un sueño. Pensemos en una compañía que seguramente todos asociamos a la creatividad y al éxito. Pixar es probablemente la única factoría de sueños real actualmente, una de las pocas, si no la única, que cada lanzamiento es sinónimo de novedad e inspiración para muchos. Quizá por esta razón la carta de uno de los grandes animadores de la factoría, Austin Madison, enviada a un proyecto de creativos en la red, adquiere mayor dimensión. No es mala idea tampoco para quien no se sienta especialmente identificado con lo anterior, extender el significado y palabras de esta carta a otros ámbitos de la vida. Para quien no lucha por nada y

World Youth Revolution

Para mi siguiente entrada me voy a servir del tema propuesto por Filosofía Joven en Twitter y Facebook, al cual podeis acceder directamente clickando aquí . En los últimos meses hemos presenciado diferentes acontecimientos que han tenido un denominador común: los jóvenes. Revoluciones árabes, levantamiento islandés, los indignados españoles, disturbios ingleses, su repercusión norteamericana y la Jornada Mundial de la Juventud. Todo ello durante el Año Internacional de la Juventud propuesto por Naciones Unidas. Propuestas muy distintas, pero todas con algo en común: la convicción de que es preciso cambiar las cosas y de que los jóvenes pueden hacerlo. ¿Qué está ocurriendo para que millones de jóvenes salgan a las calles y se reúnan con ansias de cambiar el mundo? ¿Qué pasa si triunfan? ¿Qué pasa si pierden? ¿Qué tenemos que perder? Parece que somos más conscientes de que por separado no vamos a conseguir nada y que deberíamos centrarnos en lo esencial. Cada movimiento en

Alegoría de la vida

¿Estamos totalmente determinados al nacer por nuestra estructura cerebral o podemos decir que cerebro humano goza de libre albedrío? Experimentos repetidos en varios laboratorios parecen indicar que el libre albedrío es una ficción . Si en el futuro otros experimentos indicasen su existencia tendríamos que revisar esta opinión. Es difícil aceptarlo, ya que todos tenemos la impresión subjetiva de ser libres. Pero durante veinte siglos hemos tenido la impresión subjetiva de que el sol se movía alrededor de la tierra y ha resultado ser falsa. Ante tal cuestión solo tenemos una salida, esforzarnos por vivir activamente, tener voluntad de vivir pero... ¿acaso no estamos también predestinados a querer hacerlo o no? Menudo lío colega. Somos como partículas de agua que fluyen por un río. Nacemos en lo alto de la montaña, llenos de vida, frescura y belleza, con todo el trayecto todavía por hacer. Descendemos al principio a toda prisa, arrasando lo que se ponga en frente nuestro